Nuevo giro en la historia del encuentro entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en un avión en Barajas durante la madrugada del lunes y adelantado por Vozpópuli. La Policía afirma ahora, según señala el diario El País, que el encuentro entre ambos dirigentes no fue casual, como habían indicado fuentes cercanas al ministro en un primer momento.
Según la versión policial, que se contradice con la del Ejecutivo, Ábalos accedió a la aeronave para evitar que la ‘número dos’ del Gobierno de Maduro bajase del avión. El citado diario explica que Delcy Rodríguez solicitó insistentemente bajar de la aeronave, lo que provocó que una de las personas presentes llamase a Ábalos para que acudiese a mediar.
En ese momento, el dirigente socialista subió al avión junto a un comisario de policía, que advirtió a Rodríguez de que, si bajaba, sería detenida, dado que tiene prohibido acceder al espacio Schengen por las sanciones de la UE que pesan sobre ella.
La versión previa de Ábalos
El entorno de Ábalos había asegurado previamente que su encuentro con la mandataria chavista fue fortuito. La versión oficial del Gobierno es que el titular español de Transportes acudió al aeropuerto madrileño para recibir a su homólogo venezolano de Turismo, Félix Plasencia, amigo suyo y que estaba de visita en España con motivo de Fitur.
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Este viernes, fuentes del departamento de Ábalos han señalado a Europa Press que entre ambos se produjo “un saludo forzado por las circunstancias”. También han explicado a la agencia que el ministro español desconocía que Rodríguez viajase en el mismo vuelo hasta “un poco antes de su llegada”.
Una estancia en la sala VIP del aeropuerto
Delcy Rodríguez accedió finalmente a la sala VIP de la terminal de vuelos privados del Aeropuerto de Barajas tras la intervención de Ábalos, según las fuentes consultadas por Vozpópuli. La dirigente bolivariana, que tiene prohibido acceder a territorio Schengen, hizo uso de esa zona reservada al no considerarse en sí mismo un incumplimiento de esta medida, según diversas fuentes policiales consultadas. Las mismas fuentes explican que una zona vip es un servicio que paga el cliente, pero ocupar una de estas zonas no es distinto a efectos legales que una sala de inadmisiones o simplemente quedar custodiado policialmente en una parte del aeropuerto mientras se tramita el incidente. Todas las fuentes consultadas precisan que no se considera que alguien cruza la frontera mientras no se le selle el pasaporte.