Compraban la droga en Bolivia y la llevaban a Europa en paso por Brasil. Así funcionaba una red de narcotraficantes que fue desarticulada por autoridades brasileñas, informó la Policía Federal (PF).
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Con la puesta en marcha de la operación, bautizada como “Vuelo Bajo”, la Justicia expidió 13 órdenes de prisión temporal y 33 de allanamiento en diferentes localidades de seis estados de Brasil, entre ellos Sao Paulo, Mato Grosso do Sul, Bahía, Santa Catarina, Mato Grosso y Minas Gerais.
Aprehendidas 15 aeronaves
Además de los mandatos judiciales, en su gran mayoría ya efectuados por los agentes federales, fueron aprehendidas 15 aeronaves y fue solicitado el embargo de diversos inmuebles, entre ellos tres fincas agrícolas, de acuerdo con un comunicado de la PF.
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El grupo delictivo estaba comandado por un empresario del interior del estado de Sao Paulo que articulaba la compra y el transporte aéreo de droga de traficantes bolivianos.
El empresario recibía la cocaína en el estado de Mato Grosso do Sul, fronterizo con Bolivia, y la transportaba por medio de aviones al estado de Sao Paulo, concretamente al puerto de Santos, el mayor de Suramérica, uno de los más importantes de Latinoamérica y donde son frecuentes las aprehensiones de este tipo de sustancias.
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De Bolivia rumbo a Europa
Luego la droga seguía su ruta a países europeos, entre ellos España, Italia, Bélgica, Holanda o Inglaterra, donde el valor de la cocaína se multiplicaba hasta 5.000 veces respecto al precio por el que era comprado en Bolivia, según explicó la Policía Federal en una rueda de prensa.
La droga era transportada en Brasil en aviones de pequeño tamaño, en los que llegaban a ser enviadas una tonelada y media de cocaína por mes.
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Según las investigaciones, el grupo delictivo era comandado por el empresario Rubens de Almeida Salles, quien tenía vínculos con el Primer Comando de la Capital (PCC), uno de los grupos delictivos más poderosos de Brasil.