Primer ministro de Malta renuncia ante presiones por el caso de Daphne Caruana

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Foto Cortesía

Desestabilizado por una investigación cada vez más amplia sobre el asesinato de la periodista más conocida de Malta en 2017 (Daphne Caruana), el primer ministro de la nación isleña del Mediterráneo anunció que renunciaría, pero no dejaría el cargo hasta enero, luego de un alboroto por el posible papel de socios cercanos en el asesinato. Así lo informó The New York Times.

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El anuncio del primer ministro Joseph Muscat, se produjo pocas horas después de que miles de manifestantes se reunieron en la capital maltesa, La Valeta, para exigir su renuncia inmediata. Fue la mayor de una serie de manifestaciones en los últimos días desencadenadas por sospechas de que altos funcionarios sabían de antemano sobre el complot para matar a la periodista, y luego trataron de encubrirlo.

Los manifestantes, cantando “asesinos, asesinos” y “la culpa es tuya”, marcharon a lo largo de la principal calle comercial de la antigua capital hasta el juzgado, donde un prominente empresario local, Yorgen Fenech, fue acusado de complicidad en el asesinato y otros delitos relacionados con el mismo.

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Caruana Galizia, que era amada por algunos y odiada por otros por sus informes, una mezcla de primicias reales y ataques personales escabrosos, fue asesinada en octubre de 2017 por una bomba colocada en su automóvil que, detonada por un teléfono celular, explotó cuando ella se alejaba de la casa de su familia.

Una investigación de lento avance sobre el asesinato se aceleró repentinamente la semana pasada y alcanzó los niveles superiores del gobierno. El jefe de gabinete de Muscat, Keith Schembri (un viejo amigo de Fenech), también renunció. Fue investigado por el asesinato pero luego fue liberado.

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El ministro de turismo Konrad Mizzi, también dimitió, y el ministro de economía Christian Cardona, dijo que suspendería sus funciones hasta que finalizara la investigación del asesinato.

Los tres hombres habían sido objeto de críticas fulminantes y ataques personales de Caruana Galizia antes de que la mataran. Schembri y Mizzi eran dueños de compañías offshore creadas para recibir dinero de una misteriosa compañía conocida como 17 Black que había sido registrada a nombre de Yorgen Fenech, el empresario y principal sospechoso en el caso de asesinato.

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Muscat manifestó en un discurso televisado a la nación que lamentaba sus errores y reconoció que “no soy perfecto“. Pero dijo que retrasaría su partida “para garantizar la estabilidad“.

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