Un estudio de la Universidad de Oxford, reveló que Cuba, Venezuela y Guatemala son los únicos tres países del hemisferio occidental que tienen “tropas cibernéticas” permanentes “entrenadas para manipular y desinformar a través de las redes sociales”.
“En muchos regímenes autoritarios la propaganda computacional se ha convertido en una herramienta de control de información estratégicamente usado en combinación con vigilancia, censura y amenazas de violencia”, señala el informe.
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La investigación arrojó además que este año existen evidencias de manipulación en las redes sociales orquestadas desde partidos políticos y Estados en 70 países, unas 22 naciones más que el año anterior.
El estudio también destaca a México, Argentina, Colombia y Ecuador, entre otros países, pero a diferencia de Cuba, Venezuela y Guatemala, en estos países las “tropas cibernéticas” son desplegadas de manera temporal, fundamentalmente en época de elecciones.
Los expertos encontraron que en Venezuela detrás del aparato de desinformación se encuentra el Estado. También hay evidencias del uso de estas “tropas cibernéticas” por políticos, partidos y contratistas. Twitter eliminó en febrero una base de datos con 1,196 cuentas en Venezuela por estar “involucradas en una campaña de influencia impulsada por el Estado”.
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De acuerdo a la investigación, el régimen de Nicolás Maduro usaba estas cuentas para viralizar su propaganda y hacer creer que tenía un fuerte apoyo popular en medio de la crisis. Algunas estimaciones sugieren que Venezuela cuenta con equipos de al menos 500 personas para este tipo de operaciones de desinformación y propaganda.
En Cuba, el principal aliado ideológico de Nicolás Maduro, la desinformación pasa por el monopolio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, única en el país, y bajo control del Ministerio del Interior. Aunque el informe no dispone de datos sobre los empleados públicos dedicados al “combate ideológico”, fuentes independientes cuentan por miles los perfiles falsos dedicados a replicar la propaganda del Partido Comunista y atacar a disidentes y periodistas independientes.