El Banco Central de Curazao (CBSC), intervino en el Banco del Orinoco, del venezolano Víctor Vargas Irausquín, con la aplicación de una regulación de emergencia: Las cifras no son confiables, no hay posibilidad de pagarles dinero a los titulares de cuentas de esa entidad, y se habla de fraude y engaño, así lo reseña el diario antillano Antilliaans Dagblad, cuya nota y título reproducimos textualmente.
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En un comunicado de prensa, el Banco Central lo expresó “amablemente”: “El Banco Central de Curazao y Sint Maarten se han visto obligados, debido a deficiencias en el Banco del Orinoco NV, a pedirle al Tribunal de Primera Instancia de Curazao que aplique el acuerdo de Emergencia con respecto al Banco del Orinoco, esta solicitud se hizo en interés de los depositantes y otros acreedores del BDO”.
De acuerdo al CBSC, el BDO “ha estado funcionando mal durante algún tiempo”. “Ha habido una grave violación de las regulaciones contra el lavado de dinero y antiterrorismo, no ha llevado a cabo sus operaciones comerciales de manera adecuada, no ha estado siguiendo las instrucciones del CBSC y lo está engañando sobre su posición financiera utilizando falsificaciones de documentos“.
Esto no sólo es una razón más que suficiente para el retiro de la licencia bancaria (que ocurrió el 2 de septiembre), sino que también implica serias dudas respecto a la posición y solvencia del BDO. El riesgo de que el banco no pueda cumplir con sus obligaciones para con los titulares de cuentas ya se ha materializado: “Hay una gran cantidad de quejas sobre el incumplimiento de las instrucciones de pago por parte de la entidad. Además, BDO sólo tiene un banco corresponsal, por lo que los usuarios pueden estar siendo engañados”.
Se puede observar que la situación es grave a partir de esta declaración de los supervisores: “La decisión sobre la regulación de emergencia significa que el Banco del Orinoco no puede ser obligado a pagar sus deudas. Las ejecuciones iniciadas se suspenden y las incautaciones adjuntas caducan”.