La red de poder que rodea al banquero venezolano Julio Herrera Velutini, principal acusado en el caso federal por corrupción que involucra a la exgobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez Garced, suma un nuevo capítulo con la presencia de un abogado estrechamente vinculado al presidente Donald Trump.
Se trata de Christopher Kise, exfiscal general de Florida y actual miembro del equipo legal de Trump, quien ahora representa a Herrera Velutini. Kise se ha convertido en figura clave de la defensa, justo cuando el caso se acerca a una posible resolución con una declaración de culpabilidad por parte de los acusados.
Según información divulgada por Bloomberg Law y otros medios estadounidenses, Kise habría participado activamente en gestiones legales y comunicaciones estratégicas en Washington D.C. en representación de Herrera Velutini, buscando influir en el curso del proceso penal abierto por la Fiscalía federal. Fuentes cercanas al caso señalan que su presencia se interpretó como una maniobra de alto nivel para ejercer presión política y legal ante el Departamento de Justicia.
El banco Bancrédito International Bank & Trust Corporation, vinculado a Herrera Velutini, fue objeto de múltiples investigaciones por parte de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) en Puerto Rico. En 2020, la OCIF detectó posibles violaciones regulatorias graves, incluyendo deficiencias en los controles contra el lavado de dinero. La presión de los entes supervisores coincidió con los movimientos de Herrera para financiar la campaña de reelección de Wanda Vázquez, presuntamente a cambio de influir en la estructura de mando del regulador financiero, removiendo al entonces comisionado George Joyner y nombrando a una persona de su confianza.
El contexto ha despertado inquietud entre analistas, ya que no se trata solo de una defensa técnica, sino de la entrada en escena de un abogado con fuerte respaldo político y contactos dentro del Partido Republicano. Kise, quien también ha asesorado a figuras como Ron DeSantis, no es ajeno a controversias y ha sido parte de los litigios más delicados enfrentados por Trump, incluido el caso por fraude civil en Nueva York.
En junio, la defensa de Vázquez Garced, Herrera Velutini y el exagente del FBI Mark Rossini —también acusado— presentó una moción para declararse culpable de un único cargo: aceptar o canalizar donaciones políticas ilegales de un ciudadano extranjero, lo cual está prohibido por el Federal Election Campaign Act (FECA).
De esta forma, los acusados buscarían evitar los siete cargos iniciales, que incluían conspiración, soborno en programas federales y fraude electrónico por corrupción en el ejercicio de funciones públicas. El caso se centra en un esquema mediante el cual Herrera Velutini habría financiado la campaña de reelección de Wanda Vázquez a cambio de que esta designara a una persona de su confianza al frente de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), en medio de investigaciones contra Bancrédito.
El intento por suavizar la acusación se da en paralelo al retiro de uno de los fiscales del caso, Max J. Pérez Bouret, y al crecimiento de las sospechas sobre el uso de influencias políticas para minimizar el alcance de la causa.