Si bien la corrupción y la delincuencia organizada están prosperando en medio de la crisis política y económica de Venezuela, los datos de monitoreo del tráfico de drogas del gobierno de EEUU no publicados anteriormente, sugieren que Venezuela no es un país de tránsito primario para la cocaína con destino a EEUU. En “Más allá de la narrativa del Narcoestado”, los autores evalúan las implicaciones de los datos oficiales de control de drogas de Estados Unidos para las perspectivas de avanzar en un retorno pacífico y negociado a la democracia en Venezuela. Así lo reseñan Geoff Ramsey y Damid Smilde en un reportaje de La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
El narcotráfico a través de Venezuela se ha disparado
Cuando los formuladores de políticas estadounidenses hablan sobre la crisis de Venezuela, el flujo de cocaína a través del país es un tema de conversación frecuente. Y no hay duda de que el crimen organizado y la corrupción han florecido en medio de la crisis de Venezuela. Sin embargo, el verdadero alcance del tráfico de drogas a menudo es magnificado por actores que sugieren que una solución negociada y democrática en Venezuela es imposible. Los autores han escuchado alguna versión de “no se puede negociar con un narcoestado” innumerables veces en los últimos años.
El documento utiliza las mejores estimaciones del gobierno de los Estados Unidos sobre los envíos ilegales transnacionales de cocaína para medir la escala y la importancia relativa del papel de Venezuela como país de tránsito. En particular, los autores se basan en informaciones recientes de la Base de Datos Antidrogas Consolidada Interagencial (CCDB) de los EEUU, una colección de múltiples fuentes de eventos mundiales de tráfico ilegal de drogas que se recopilan a partir de datos de inteligencia como detección y vigilancia, así como datos de interdicción y aplicación de la ley.
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Según el Departamento de Defensa , “Las estimaciones basadas en eventos de CCDB son la mejor fuente autorizada disponible para estimar el flujo conocido de drogas ilícitas a través de la Zona de Tránsito. Todos los datos de eventos contenidos en el CCDB se consideran de alta confianza (precisa, completa e imparcial en presentación y sustancia como sea posible) “. El informe complementa las estimaciones de CCDB con declaraciones públicas y presentaciones hechas por funcionarios de la Administración de Control de Drogas, el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado con respecto a las tendencias del tráfico de drogas en las Américas.
De acuerdo a los hallazgos analizados por los autores, el narcotráfico es solo una de las economías ilícitas que atraviesan el estado venezolano, y señalan que se debe realizar un análisis sobrio sobre la corrupción en la distribución de alimentos del estado y los contratos gubernamentales, así como el creciente comercio de oro ilícito y otros minerales, para evaluar adecuadamente el tamaño y la importancia de estas economías ilícitas. Cualquiera sea el caso, su existencia solo subraya la necesidad de evitar un cambio de poder desordenado y conflictivo.
