Vargas y Luis Alfonso de Borbón buscan 40M contrarreloj para salvar su banco panameño

El ‘banquero del chavismo’ busca “desesperadamente” unos 40 millones de dólares para evitar la intervención total de AllBank, filial panameña de su grupo financiero

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Víctor Vargas y Luis Alfonso de Borbón. Foto Archivo

El diario digital El Confidencial de España hace seguimiento a la situación del Grupo BOD de Víctor Vargas que atraviesa por serios problemas financieros y legales ante las graves denuncias en su contra formuladas por clientes y entes reguladores de varios países.

Aquí la nota publicada este jueves:

E. ANDRÉS PRETEL y Á. VILLARINO

Días críticos para el futuro financiero del empresario venezolano Víctor Vargas y su yerno Luis Alfonso de Borbón —bisnieto del dictador Francisco Franco y de Alfonso XIII—. El llamado ‘banquero del chavismo’ busca unos 40 millones de dólares (36 millones de euros) contrarreloj para evitar la intervención total de AllBank, filial panameña de su grupo financiero Banco Occidental de Descuento (BOD), dijeron varias fuentes conocedoras de la situación.

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Vargas, Luis Alfonso y toda la directiva están bajo la lupa de los reguladores bancarios en varios países en los que opera el BOD desde que el Banco Central de Curazao intervino en septiembre Banco del Orinoco, su división en la Antilla holandesa. Poco después, el ente emisor curazoleño declaró en quiebra la entidad, sembrando el pánico entre los miles de depositantes, en su mayoría venezolanos, que temen haber perdido sus ahorros y acusan a los directivos del banco de haber malversado sus fondos.Pinche para leer el documento.

Con todos los plazos de gracia otorgados por la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) ya vencidos, el controvertido ‘banquero rojo’ —apodado así por sus vínculos con el fallecido Hugo Chávez— necesita irremediablemente los fondos o se arriesga a que la actual “toma de control administrativa y operativa” pase a ser más rigurosa y con potenciales consecuencias más severas.

“La situación de Vargas es desesperada”, dijo una de las fuentes. “Si no consigue el dinero este viernes para calmar a los reguladores panameños, podría enfrentarse a una intervención total del banco e incluso a la amenaza de una eventual liquidación”, agregó.

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Una fuente de la industria confirmó que Eduardo Grijalva, nuevo presidente del BOD, y un asesor de Vargas llamado Aik Karbacher están manteniendo reuniones y contactos con potenciales inversores dispuestos a aportar liquidez al grupo, aunque hasta el momento sin resultados tangibles, pese a estar ofreciendo un tipo de interés del 15%. El Confidencial trató de ponerse en contacto con el Grupo BOD —casa matriz del grupo financiero que preside Vargas y en el que Luis Alfonso de Borbón es vicepresidente internacional— para reflejar su versión del caso, pero hasta el momento no se ha obtenido una respuesta.

Una intervención completa de AllBank por falta de fondos pondría bajo más presión a las otras filiales del grupo que están bajo algún tipo supervisión oficial, incluyendo las entidades BOIbank en Antigua, Bancamérica en República Dominicana y la matriz Banco Occidental de Descuento en Venezuela.

Amenaza “letal”

Mientras, compañías panameñas con cuentas en AllBank temen por el destino de sus fondos depositados en la entidad, que desde el 9 de septiembre está intervenida parcialmente por la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).

Un grupo de empresarios de la Zona Libre de Colón, un área franca en la costa caribeña de Panamá en la que operan más de 2.600 firmas, ha enviado sendas cartas al director de la SBP, Ricardo Fernández de Dianous, y a la Cámara de Comercio e Industrias y Agricultura de Panamá para solicitar un “amparo urgente” por el “fuerte impacto” que están sintiendo por la paralización de operaciones de AllBank.

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“Esto […] es para nosotros un golpe financiero letal a nuestra operación, que nos ha dejado en situaciones de impacto a compromisos ya adquiridos, cuya forma de pago fue confiada a AllBank”, avisan en las cartas, a las que tuvo acceso El Confidencial y que fueron entregadas a las autoridades hace una semana.

Los afectados reprochan al regulador bancario nacional que permitiera captar grandes sumas de depósitos pese a que la propia SBP estaba investigando la entidad desde hacía al menos un año por diferentes tipo de irregularidades. Según el documento, los empresarios recurrieron a AllBank “casi por obligación”, por supuestamente ser “el único” que permite transacciones con Cuba, situación de la que la entidad se aprovechó para exigir “grandes sumas de dinero”. A juicio de los peticionarios, el banco actuó con “alevosía” para hacer un “uso malintencionado” del capital que le confiaron.

“Nos sentimos en indefensión e incertidumbre […] está en peligro la operación de numerosas empresas que generan empleo y tributo a nuestro país, que no es merecedor de un escándalo más a nivel internacional por la inseguridad jurídica del sistema bancario”, concluye la carta.

Nubarrones en el horizonte

Los fondos que busca Vargas servirían para justificar los 42,8 millones de dólares en efectivo y depósitos en bancos que AllBank tiene registrados en sus estados financieros de 2018, específicamente los 38 millones de dólares que estarían depositados a la vista o a plazos en bancos del exterior, tanto por el banco como por su casa de bolsa panameña, Plus Capital Markets. Según el balance del banco, auditado por KPMG, los activos al cierre del pasado ejercicio ascendían a casi 230 millones de dólares, un beneficio neto atribuible de un millón de dólares y apenas 770.000 dólares en efectivo.

Activos de AllBank habrían sido transferidos al Banco del Orinoco

Después de la intervención del Banco del Orinoco en Curazao —en el que no quedaban fondos ni para pagar las nóminas de los empleados, según el Banco Central—, Vargas se defendió asegurando ser víctima de “medidas irracionales y discriminatorias” por parte de las autoridades de la isla, y aseguró que su grupo sigue siendo sólido. Estos fondos en el extranjero podrían ser los mismos que los reguladores de Curazao fueron incapaces de encontrar por ningún lado en el Banco del Orinoco, pese a que en el momento de la intervención Vargas aseguró que disponía de unos 55 millones de dólares líquidos.

El 12 de septiembre, ofreció una rueda de prensa en la que llegó a asegurar que “ninguna de las instituciones del grupo financiero BOD está intervenida en ninguna parte del mundo”. Dijo que “el BOD está en pleno funcionamiento” y que “no hay medidas de intervención de ninguna naturaleza”, sino “una medida administrativa, absolutamente normal en el mundo financiero internacional”. El conflicto con el Banco Central de Curazo lo despachó asegurando que fue él quien decidió “voluntariamente liquidar el banco con la finalidad de que nuestros ahorristas pudieran recibir el 100%”.

En el último balance del Banco del Orinoco (enero de 2019), la entidad registró activos valorados en 1.165 millones de dólares y 700 millones de dólares en depósitos. Sin embargo, el grueso de los depósitos de la matriz y sus filiales estaría invertido en bonos soberanos y de la petrolera estatal PDVSA. Sin embargo, el temor de los mercados a un ‘default’ total y la demora en el pago de intereses ha impactado en el precio de estos papeles venezolanos, que ahora valen una fracción de su precio de adquisición.

Por el momento, ni los depositantes venezolanos ni los empresarios panameños pueden tener acceso a sus fondos, por lo que están empezando a organizarse para reclamar su dinero por la vía judicial. “Si Vargas consigue el dinero, habrá ganado algo de tiempo”, dijo una de las fuentes. “Pero el hecho de que tenga dificultades para levantar 40 millones un grupo que supuestamente maneja miles de millones es una señal de que todo el grupo está en serios problemas”.

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