Los autores de Billion Dollar Whale, Bradley Hope y Tom Wright son dos periodistas del Wall Street Journal que desentrañaron la trama de corrupción y codicia que privó al pueblo de Malasia de recursos para programas sociales contemplados en un fondo soberano similar al Fonden de Venezuela.
El ex primer ministro de Malasia Najib Razak fue detenido a mediados de 2018 en el marco de una investigación en su contra por la presunta malversación y desfalco del fondo de inversión estatal conocido en el sector financiero como el 1MDB .
Najib, que había perdido las elecciones del 9 de mayo, recibió en una cuenta personal 681 millones de dólares presuntamente del fondo 1MDB. El escándalo arreció cuando la policía decomisó un botín millonario en dinero en efectivo, joyas y decenas de artículos de lujo como las 457 carteras de Hermes de su esposa, valoradas en $ 12 millones.
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Su hijo Riza Aziz financió en su totalidad la película El lobo de Wall Street (2013) de Martin Scorsese en la que Leonardo DiCaprio es el actor principal. Luego de descubierta la trama, Di Caprio colaboró con las autoridades de EEUU que investigaron el caso y devolvió $100 millones. El Departamento de Justicia de Estados Unidos fue más allá y anunció también la incautación de todos los futuros derechos de autor generados por la película, que recaudó 400 millones de dólares en todo el mundo.
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En una entrevista publicada en FCPA BLOG , los autores del libro relatan cómo socios de Goldman Sachs hicieron la vista gorda con las banderas rojas e incumplieron las normas de compliance. La trama de lavado de dinero se abrió paso a través de cinco comités de Goldman que analizan los riesgos financieros y legales de las operaciones.
Una vez descubiertos, uno de los principales socios de Goldman Sachs se declaró culpable de ayudar a lavar $200 millones provenientes de sobornos. El banquero, considerado una estrella de las finanzas, por el monto de ganancias que traía a la empresa, admitió haber eludido los controles en Goldman Sachs, pero dijo que “así es como se hacían las cosas en el banco”.
La trama de corrupción del fondo 1MDB comenzó como una vía para financiar al partido del primer ministro que luego derivó en un robo puro y duro, calificado en el libro como el fondo soberano más saqueado de la historia. (Obviamente, los autores no conocen el caso del Fonden de Venezuela).
Billion Dollar Whale también revela cómo los grandes bufetes de abogados ayudan con frecuencia a corruptos y defraudadores a legitimar el dinero mal habido. Países como el Reino Unido han legislado sobre la responsabilidad de los abogados en el lavado de dinero.
Irónicamente, en casos como el 1MDB, no solo las firmas de abogados fueron utilizadas para legitimar capitales como parte del robo original, sino que después siguen recibiendo millones de dólares del dinero robado como honorarios para ayudar a sus clientes a evitar la justicia. Ambas instancias son fallas del sistema que deben ser abordadas si queremos ser serios con la prevención del blanqueo de capitales.
La trama de Billion Dollar Whale tiene lugar en Londres, Ginebra, Nueva York, Los Ángeles, Singapur, entre otras localidades, todo lo cual apunta a una red de codicia sin fronteras que no deja bien parada la aplicación de la ley a nivel internacional, como es común en estos casos de delincuencia organizada financiera.
Muchos países hacen ruido acerca de perseguir casos como el 1MDB, pero no pueden cumplir por una serie de razones. Los autores del libro sostienen que solo Estados Unidos parece tener la voluntad, los recursos y la capacidad legal para perseguir a los peces gordos.