Empresario investigado en Guatemala alquiló a Pdvsa la hundida gabarra Aban Pearl

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f6f5efaa-dbe1-46f3-a367-d6ae2a9e51be_749_499El viernes (8 de abril) un escándalo financiero estremeció a Guatemala. El Banco de los Trabajadores (Bantrab) fue intervenido debido a una operación irregular que levantó sospechas de legitimación de capitales. En este hecho sonó el empresario venezolano Hidalgo Rafael Socorro Urdaneta. (Foto Prensa Libre: Érick Avila)

Así continúa el reportaje de César Batiz – El Pitazo

El nombre del empresario venezolano, Hidalgo Rafael Socorro Urdaneta, resonó en el caso pues en el allanamiento fue puesto bajo custodia de las autoridades guatemaltecas todo lo relacionado a las inversiones en ese banco, de DHK Finance Inc., una empresa basada en Panamá y cuyo representante legal es el empresario venezolano.

Hidalgo Rafael Socorro Urdaneta es un empresario originario de Maracaibo, nacido el 5 de abril de 1963. En Venezuela no presenta ningún antecedente penal, aunque sí algunas demandas civiles que se pueden ver en el sitio web del TSJ.

Todas las evidencias halladas conducen a revelar la relación muy cercana, comercial y de amistad, con Enoc Segundo Martínez Carrasquero, su socio en al menos 12 empresas en Venezuela, Panamá y EEUU, una de ellas cuyas acciones fueron embargadas este viernes en Guatemala.

La información la familia de Socorro Urdaneta, es escasa. Se sabe que tiene dos hijos: Hidalgo Enrique Socorro Romero y Carlos René Socorro Romero, presentes en al menos una empresa en Venezuela, donde también coinciden los hijos de Martínez.

De acuerdo con el registro de las autoridades venezolanas, su nombre en el país está asociado a dos viviendas, un apartamento y una quinta, localizadas en la parroquia Olegario Villalobos, en el sector Valle Frío de la ciudad de Maracaibo.

Sin embargo, una fuente viva consultada asegura que desde 2010 pasa poco tiempo en Maracaibo y su lugar de residencia se encuentra entre Miami y Singapur. La búsqueda reporta que en EEUU posee los siguientes registros de residencia:

6834 NW 113 Pl, Doral, FL 33178
3100 NW 72ND AVENUE STE 108, MIAMI, FL, 33122
9533 NW 41 St, Miami, FL, 33178

Sobre Singapur no se obtuvo mayor información, pero lo que sí es cierto es que de acuerdo con los registros migratorios la última vez que estuvo en Venezuela fue el 24 de octubre de 2014, cuando salió del aeropuerto La Chinita en Maracaibo.

Los vuelos de Hidalgo y Enoc

Entonces Socorro usó el avión YV2872, una aeronave Westwind, fabricada en Israel en 1989, registrada en Venezuela, pero sin un propietario identificado. Menos de un mes después, Martínez se trasladaría en el mismo avión de Miami a Maracaibo.

Un año antes, Socorro viajó en una aeronave siglas N110HA, Gulfstream 2001, propiedad de Bank of Utah Truslee, que es una operadora financiera que presta el servicio de registrar aviones para aquellas personas o empresas extranjeras que no están autorizados para hacerlo por no tener toda su documentación en regla.

Por su parte, de acuerdo con el registro migratorio, la última vez que Martínez estuvo en Venezuela, fue el 30 de julio de 2015, día en que tomó un vuelo a Miami en el avión YV1685, también un Westwind israelí del año 1981, sin propietario definido.

Según la información migratoria Socorro suele viajar a Maracaibo, Miami, Aruba, La Romana, en República Dominicana; y Ciudad de Guatemala, en Guatemala, donde este viernes se desató el escándalo del Bantrab.

Mientras que Martínez lo hace a Maracaibo, Maturín y Barcelona, en Venezuela. En el extranjero transita por Miami, Fort Lauderdale, Panamá, Aruba y Curazao.

Propiedades

La información permite saber que Enoc Martínez e Hidalgo Socorro aparecen, en conjunto, como directivos o propietarios en 34 empresas en Venezuela, Panamá, Barbados y EEUU. Entre ellas 11 fueron registradas en el país y 23 en el exterior.

Pero no coinciden en todas como socios. De las 30 solo están juntos en 13 firmas. Martínez figura en 15 como directivo o propietario. Mientras que Socorro queda registrado solo en tres.

En las empresas en Panamá y Miami se debe considerar también la presencia como directivos y responsables de los hijos: Enoc Jesús y David Martínez, así como de Dianora Croes de Martínez, quien es legalmente la esposa.

De la presunta actual pareja, Evis Alcalá, se halla el registro de una empresa inscrita por ella en agosto de 2008 en Florida: Lex Invesment Group, donde aparece como única integrante de la junta directiva.

Las agallas

Ese revés en Costa Afuera no detuvo a Martínez y Socorro en su ambición por más dinero. Un año después abrirían la firma financiera DHK en Panamá y con ella adquirieron acciones del Banco de los Trabajadores de Guatemala, que a su vez compraría luego Banco República, situación que un ex ejecutivo de la entidad, René Cortez, solicitó investigar a las autoridades guatemaltecas y que este viernes 8 de abril desencadenó en la confiscación de dichas acciones.

Fuentes consultadas en Maracaibo, aseguran que extraña que hasta ahora las autoridades de EEUU no hayan aplicado al dúo Martínez-Socorro una orden de detención, como ya ocurrió como Roberto Rincón y Abraham Shiera. Pero tras la olla destapada en Guatemala, este par tendrá que verselas con la justicia.

Los cuestionamientos

Los mayores cuestionamientos públicos a este grupo se vinculan a las operaciones y contratos de servicios en el proyecto Costa Afuera, y no solo por el caso del hundimiento del Aban Pearl y el sobreprecio en la contratación, como lo develó el teniente en situación de retiro Fernando Palomo, quien entre mediados de 2008 y principios de 2009 laboró para la gerencia Costa Afuera, como gerente encargado de Protección Control y Pérdida, información que también fue presentada por el diario Últimas Noticias en abril de 2009, en el reportaje titulado: Buque taladro traga dólares y no saca gas, de la serie en Pdvsa Costa Afuera la marea está alta (el reportaje fue eliminado del site de Últimas Noticias).

Anuncio de Rafael Ramírez sobre investigación del hundimiento que nunca se realizó

El capitán comenzó en julio de 2008 la investigación sobre irregularidades que observaba en los servicios prestados por Ocamar, una empresa de la Armada venezolana que puede ser contratada por compañías privadas para actividades en el mar. Así unos hallazgos lo llevaron a otro, hasta dar con el caso de Enoc Martínez.

Dice Palomo que la primera empresa de Martínez que tuvo contrato en Costa Afuera fue Procmeci, que gracias a una contratación sin licitación, comenzó a ejecutar obras de infraestructuras en comunidades y a realizar movimiento de personal para actividades políticas..“En todo lo que estaba metido Enoc tenía dos características: sobre precio y obras no realizadas”, indica.

También con Procmeci obtuvo la buena pro para realizar reparaciones de embarcaciones y actividades logísticas como transporte de personal, instalación de tarimas y contratación de grupos musicales.

Astivenca, la empresa más grande del grupo, resultó ser la más activa. A través de adjudicación directa, se hizo de los contratos para la prestación de los siguientes servicios a la gerencia de Costa Afuera: Alquiler de buques de apoyo, actividades portuarias, alquiler de contenedores para el manejo de ripio, reparación del aeropuerto y del muelle de Carúpano. En todos estos casos la máxima autoridad del área fue Ricardo Coronado.
Mientras que Encoma logró un contrato para vender juguetes a la Gerencia de Costa Afuera, que luego eran repartidos en las actividades sociales en las comunidades afectadas por el proyecto Gran Mariscal de Ayacucho.

Destaca Palomo que durante el tiempo en que se dieron estos acuerdos, la gerente de Contrataciones de Pdvsa Costa Afuera era Evis Alcalá, quien terminaría vinculada sentimentalmente a Enoc Martínez.

El hundimiento de millones de dólares pagados por Pdvsa

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El 13 de Abril de 2010 se hundió en aguas territoriales venezolanas la gabarra Aban Pearl. Una gabarra que en lugar de venir a sacar petróleo, lo que sacó fue millones de dólares a PDVSA

Sin embargo, el mayor contrato logrado por Martínez y Socorro con Pdvsa fue precisamente el del Aban Pearl, el mismo que les permitiría ingresos diarios de $730 mil diarios, de los cuales $380 mil, ingresarían a las arcas de los dos socios luego de cancelar lo que correspondía a Aban Off Shore por el alquiler del taladro. Por los montos de la contratación, la firma entre Pdvsa y Petromarine tuvo que ser aprobada por la presidencia de la estatal petrolera, encabezada por Rafael Ramírez.

Dice Palomo que incluso llegaría a recibir adelantos por el orden los $52 millones para traer el buque de Singapur a Trinidad y Tobago y otros $30 millones para alquilar con tres remolcadores. “Eso hubiera sido suficiente para comprar la misma cantidad de remolcadores totalmente nuevos”, precisa el capitán.

Incluso, Pdvsa sufragó los gastos para reflotar el Aban Pearl cuando se hundió en las costas de Trinidad en medio de una inspección que efectuaba personal de la petrolera venezolana.

Pero al final no llegarían a cobrar ni 100 millones de los $1.3 mil millones del contrato entre Pdvsa y Petromarine Energy Services, porque el Aban Pearl se hundió definitivamente en Paria cerca de 15 días después de iniciar operaciones.

Considera Palomo que gracias a todos los contratos, Martínez y Socorro recibieron cerca de $500 millones de parte de Pdvsa.

El capitán llevó la denuncia a la máxima instancia de Protección Control y Pérdida de Pdvsa en marzo de 2009, de donde una semana después lo botaron. También trató de entrega el informe en el Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, pero nadie le ayudó a acercarse al entonces presidente Hugo Chávez. Finalmente, tras tres atentados, decidió acudir a la Fiscalía Superior de Sucre, desde donde le brindaron una exigua protección.

“Me fui a Mérida luego de ver el peligro que corría. Pero empresa en la que comenzaba a trabajar en el departamento de seguridad, recibía la visita del Sebin. Los funcionarios pedían que me botaran”, recuerda.

Su esposa, la capitana de fragata Vivian Arapé, quien trabajaba en Servicios Logísticos de Pdvsa en Costa Afuera, fue botada y perseguida. Demandó y su proceso está en la Sala Política Social del Tribunal Supremo de Justicia en espera de una sentencia definitiva. Ella quiere limpiar su nombre más que cobrar los salarios caídos. Ambos hoy viven fuera de Venezuela.

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