Contrabando de oro en la frontera: un oscuro comercio en tiempos de crisis

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Foto Cortesía - CNN

La petrolera estatal venezolana Pdvsa otorgó recientemente la administración de una estación de gasolina en la frontera entre Venezuela y Brasil a un individuo llamado Marco Antonio Flores Moreno. Este individuo ha sido buscado tanto en Brasil como en Venezuela por casos de contrabando de oro. Se ha descubierto que es uno de los principales proveedores de oro en la frontera, según la investigación realizada por las autoridades brasileñas en la Operación Hespérides. Con información de Armando Info.

Después de permanecer cerrada durante mucho tiempo, Pdvsa reabrió la estación de gasolina en agosto de 2022, lo que fue visto como un signo de reactivación económica en la región. Aunque no se emiten facturas o recibos de pago a nombre de una entidad legal en la gasolinera, los habitantes locales no tienen dudas de que Marco Flores está a cargo del suministro de combustible.

Desarticulan red de contrabando de oro procedente de Venezuela en Brasil

Flores Moreno, quien solía ser maestro de Educación Física, ha prosperado en los últimos años a pesar de la crisis económica en Venezuela. La compra y venta de oro lo ha convertido en un prominente empresario en Santa Elena, donde posee propiedades y locales comerciales en una zona estratégica.

Este individuo ya había sido arrestado anteriormente en 2020 por contrainteligencia militar en Venezuela, junto con otros dos venezolanos. Sin embargo, el caso actual en el tribunal federal de Brasil revela su participación como uno de los líderes en el tráfico de oro desde las minas ilegales en la selva de Guayana, al sur del río Orinoco.

La situación económica y humanitaria en Venezuela ha llevado a que el oro se intercambie por alimentos y productos básicos desde el lado brasileño de la frontera. El caso judicial en Brasil ha expuesto un esquema en el que al menos 35 personas están implicadas en el lavado de al menos 1,2 toneladas de oro extraído ilegalmente de las minas en el estado Bolívar, que luego se envía al mercado global a través de Brasil.

El caso se inició con la sospecha de un aumento inusual en la compra de chatarra de oro por parte de una empresa brasileña en Pacaraima. La investigación reveló que el propietario de la empresa estaba involucrado en una compraventa irregular de oro con venezolanos, incluido Marco Flores. También se descubrió que envíos de oro se estaban realizando desde Boa Vista hasta São Paulo, lo que desencadenó un proceso legal en curso que involucra a una red de venezolanos y empresarios brasileños.

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