La onda expansiva de las sanciones a Rusia impacta a Venezuela

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Foto Cortesía - Yuri Kochetov / Pool (EFE)

Cada semana, durante los últimos seis meses, aterrizó en Margarita un vuelo con turistas rusos. Gracias a este convenio la isla venezolana recibió un oxígeno que alivió la inactividad en la red de hoteles; pero tras la invasión de Rusia a Ucrania, el optimismo pierde impulso. Con información de Runrunes.

“Es una operación entre el gobierno, operadores de Margarita y operadores rusos. Hemos recibido alrededor de 11 mil turistas y el impacto ha sido muy positivo. La información que tenemos es que la compañía aérea rusa Pegas Fly ya no va a poder volar”, dice Jesús Irauskín, presidente de Fedecámaras Nueva Esparta.

“Se nos dijo que a partir de abril Conviasa (la línea aérea del gobierno venezolano que vuela a Rusia) se va a encargar de los vuelos a Margarita. Cada vuelo de Pegas Fly traía 440 pasajeros, los aviones de Conviasa tienen capacidad para 230”, dice Irauskín.

Las proyecciones contemplaban que el número de turistas rusos crecería durante este año y facilitara operaciones con otros países de Europa del Este como Polonia a fin de que Margarita, tras años de declive por el hundimiento de la economía venezolana y la caótica imagen del país, regresara al radar internacional.

Pero todo apunta a que las familias rusas van a disminuir el presupuesto para viajes.

Las severas sanciones a Rusia por parte de Estados Unidos y Europa, tras el bombardeo a las ciudades ucranianas, mueven el piso: el rublo se ha devaluado 13% y la Universidad de Yale indica que 417 empresas como Master Card, Microsoft y Volkswagen suspendieron o redujeron las operaciones en Rusia.

La Bolsa de Moscú permanece cerrada, las tasas de interés se duplicaron, la mitad de las reservas del Banco Central de Rusia están congeladas en el exterior y los precios de alimentos, electrodomésticos y medicinas aumentan a mayor velocidad. Calificadoras de riesgo como Scope proyectan que la economía rusa caerá 10% este año.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que la economía “necesitará cambios estructurales profundos en estas nuevas realidades, y no lo ocultaré, no serán fáciles; conducirán a un aumento temporal de la inflación y el desempleo”.

Nuestro amigo Putin

El impacto en Venezuela de una Rusia debilitada por las sanciones no se reduce al turismo. El gobierno venezolano, desde los tiempos en que Hugo Chávez estaba al frente de la presidencia, ha buscado que las empresas rusas actúen como aliadas en distintos frentes como agricultura, transporte, infraestructura, petróleo y armamento.

Vendata indica que entre mayo de 2001 y abril de 2019 Venezuela firmó más de 170 acuerdos con Rusia, la mayoría en materia petrolera.

Hasta que Estados Unidos, junto a una larga lista de países, consideró ilegítima la reelección de Nicolás Maduro en 2018 y aplicó sanciones económicas a Venezuela, las principales compañías petroleras rusas, Rosneft y Gazprom, otorgaron créditos a Pdvsa e invirtieron en distintos proyectos.

Tras las sanciones a la administración de Maduro, la presencia petrolera rusa se enfrió y tanto Rosneft como Gazprom transfirieron sus operaciones en Venezuela a una empresa controlada por el gobierno ruso, Roszarubezhneft, que hoy produce alrededor de 100 mil barriles diarios de petróleo.

Fuentes de Pdvsa explican que lograr que las empresas rusas aumenten su presencia en el negocio petrolero venezolano figura en las lista de objetivos estratégicos de la administración de Nicolás Maduro, pero hoy esto luce más complicado.

Rosneft, Gazprom y Lukoil, las tres grandes empresas energéticas rusas, perdieron el acceso al financiamiento de la banca internacional tras la invasión a Ucrania y entidades financieras contemplan que incumplan el pago de la deuda que tienen con bancos europeos.

El internacionalista Carlos Romero explica que “Venezuela había logrado con Rusia una relación especial y concentró en Rusia sus grandes negocios, la oficina comercial de Pdvsa en Europa fue mudada a Moscú y el sistema financiero ruso sirvió de colchón a las sanciones de Estados Unidos, principalmente las de naturaleza bancaria”.

Agrega que “muchas empresas de servicios de alimentación se han venido retirando de Rusia y esta presencia era utilizada por Venezuela para la compra de alimentos; entonces es una situación que trastoca la idea del gobierno de dibujar una normalización, no creo que vaya a haber una normalización con este cuadro que estamos describiendo”.

El sistema de pagos de Rusia, MIR, es un canal que utiliza el gobierno de Nicolás Maduro para evadir las sanciones de Estados Unidos y pagar importaciones o cobrar exportaciones. Ante la posibilidad de que las sanciones a Rusia entorpezcan esta ingeniería financiera, el gobierno venezolano fortalece los vínculos con bancos de Turquía y el Medio Oriente.

Macronsultores indica en su último informe que “producto de las sanciones económicas impuestas a PDVSA y otros entes públicos venezolanos, se propició el uso de canales financieros rusos para realizar transacciones comerciales”.

“Los recursos que se mantienen en instituciones financieras rusas pueden quedar acorralados, restringiendo sus movimientos ante las medidas que adoptaron Estados Unidos y la Unión Europea que retiraron a varios bancos rusos del sistema SWIFT”, añade Macroconsultores.

Además la firma señala que “de acuerdo a la información que manejamos Pdvsa maneja sus fondos con Rusia a través del Gazprombank, sociedad financiera que no ha sido sancionada aún”.

En abril de 2019 una delegación del gobierno venezolano visitó Moscú y el ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo, explicó que Rusia sería un proveedor relevante de semillas y fertilizantes.

Al poco tiempo, la compañía rusa Phosagro se convirtió en un proveedor clave en el área de fertilizantes. Tras las sanciones a Rusia crecen las dudas sobre si estará en capacidad de seguir enviando sus productos a los agricultores venezolanos.

Castro Soteldo además afirmó que empresas rusas se habían mostrado interesadas en invertir en distintos proyectos de agroindustria, pesca y materias primas así como brindar asistencia tecnológica.

Rivales en China

Por efecto de la guerra en Ucrania, Rusia y Venezuela compiten por el mercado petrolero chino, algo que amenaza con impactar los ingresos de la administración de Nicolás Maduro.

Las sanciones a Rusia por parte de Estados Unidos y Europa han propiciado que descienda la compra de petróleo ruso al punto que la Agencia Internacional de Energía contempla en su último reporte que las exportaciones rusas, que se ubican entre 7 y 8 millones de barriles diarios, se reduzcan en 2,5 millones de barriles diarios en abril.

En este escenario, Rusia ha comenzado a ofrecer petróleo a precios muy atractivos a China, el mercado al que Venezuela dirige el grueso del crudo que exporta.

“Rusia está colocando en China petróleo de mejor calidad que el venezolano con grandes descuentos, en un mercado que es el destino final del 90% de las exportaciones venezolanas”, dice un reporte de la firma Síntesis Financiera. Para evadir las sanciones de Estados Unidos el gobierno venezolano recurre a intermediarios que colocan los barriles de Pdvsa en China con un descuento importante. Para competir con el petróleo ruso, un crudo liviano denominado Ural, es probable que Pdvsa se vea forzada a ofrecer precios aún más bajos.

Incluso fuentes de Pdvsa no descartan la posibilidad de que Venezuela tenga que disminuir los envíos de petróleo a China durante los próximos meses por la competencia rusa.

Conversando con Biden

El 5 de marzo una delegación de representantes del gobierno de Estados Unidos, en la que estuvo Juan González, asesor para las Américas en el Consejo de Seguridad Nacional de Joe Biden, sostuvo una reunión en Caracas con Nicolás Maduro.

Fuentes explican que aparte de la liberación de estadounidenses presos en Venezuela, se negoció la posibilidad de aliviar las sanciones mediante licencias que permitan a empresas como Chevron, Repsol y ENI extraer petróleo y venderlo para cobrar parte de la deuda que Pdvsa tiene con ellas.

Macronsultores señala que “Chevron tiene meses gestionando la posibilidad de una licencia que le permita volver a operar en país, a pesar de las sanciones”.

Se especuló la posibilidad de que Estados Unidos comience a comprar petróleo a Venezuela para compensar parte de los barriles que ya no le compra a Rusia pero la Casa Blanca ha dicho que “por ahora” esto no está planteado.

Estados Unidos dejó de comprarle a Rusia 600 mil barriles diarios de petróleo. La producción de Venezuela, tras años de un manejo caótico de Pdvsa y el impacto de las sanciones de Washington, es de 788 mil barriles diarios, la cuarta parte de lo que producía cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999.

El reporte de la Agencia Internacional de Energía contempla que Venezuela podría aumentar su producción entre 200 mil y 300 mil barriles diarios en tres o cuatro meses y eventualmente ayudar con esta modesta proporción a elevar la oferta de crudo.

¿Sacarlo de la órbita rusa?

La internacionalista Adriana Boersner explica que “debido al alejamiento global en el que se encuentra Rusia en este momento, se abre una oportunidad para que las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela mejoren”.

“Esto teniendo en cuenta que Rusia ha sido un aliado geopolítico importante para Nicolás Maduro en crear un ‘frente’ antiestadounidense en Latinoamérica y un gran promotor de desinformación en Latinoamérica y otras regiones del mundo”, agrega.

Sobre las recientes conversaciones con Estados Unidos, indica que no se trata de algo que surgió de un día para otro porque “conversaciones de alto nivel como esta requieren de meses de preparación”.

“Está conversación se produjo como una continuación de las conversaciones que se han generado en un contexto de relaciones complicadas que existen entre Estados Unidos y Venezuela, al menos desde 2019”, dice Adriana Boersner.

Desde su punto de vista “lo que se está viendo es un giro en la relación en donde es difícil saber en este momento qué tan lejos llegará ese giro o cambio político y diplomático entre Estados Unidos y Venezuela, y cuán comprometidos van a estar (o pueden estar) ambas partes en continuar con estas conversaciones”.

Macronsultores explica que Estados Unidos “tiene entre sus objetivos, además de la liberación de ciudadanos estadounidenses presos en el país, minimizar el apoyo del gobierno venezolano a Rusia, restarle aliados incondicionales a Putin, y evitar que éste pueda ejercer acciones de presión en el continente americano utilizando a Venezuela como plataforma”.

Carlos Romero considera que, desde los tiempos de la administración de Donald Trump, Estados Unidos comenzó a aumentar su presencia en América Latina.

“Si observamos la conducta de la mayoría de los países en la OEA, en las relaciones bilaterales, en las sanciones económicas, en la imposición de visas y otros elementos comerciales vemos que Estados Unidos ya había recuperado posiciones en América Latina y el Caribe, inclusive a pesar del renacimiento de algunos gobiernos de tendencia izquierdistas”.

En su opinión, el objetivo principal de Estados Unidos, más que Rusia, es contestar al avance de China en la región. “La presencia rusa no es tan importante como la presencia de China, que en países como Brasil y Chile es el socio número uno en importaciones y exportaciones”.

Después de que Nicolás Maduro se reuniera con los representantes de Estados Unidos, la vicepresidenta Delcy Rodríguez tuvo un encuentro en Turquía con el canciller ruso, Sergey Lavrov.

Rodríguez se limitó a señalar que “revisamos nuestras relaciones estratégicas bilaterales y el complejo escenario internacional”.

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