En un mundo cada vez más saturado de bots, identidades falsas y deepfakes, la verificación de humanidad se ha convertido en un negocio en auge. Y en el centro de esta nueva industria se encuentra Sam Altman, cofundador de OpenAI y creador de ChatGPT. Previendo las consecuencias de la revolución que él mismo ayudó a impulsar, Altman lanzó Worldcoin, una iniciativa destinada a ofrecer una identidad digital descentralizada a través del escaneo del iris de los usuarios. Con información de Observatorio Blockchain.
La propuesta de Worldcoin —ahora rebautizada como World— es tan ambiciosa como polémica. Su herramienta central, World ID, pretende convertirse en el nuevo estándar global para verificar la humanidad en línea. Pero su uso de biometría ocular y blockchain ha generado una fuerte resistencia, especialmente por el manejo opaco de datos sensibles y el aparente aprovechamiento de comunidades vulnerables en países de bajos ingresos.
Privacidad en entredicho
Desde 2023, las autoridades regulatorias de países como España, Alemania, Francia, Brasil, India, Hong Kong y Corea del Sur han abierto investigaciones o directamente prohibido la operación de Worldcoin. En marzo de 2024, la Agencia Española de Protección de Datos ordenó la suspensión de los escaneos de iris por considerarlos una amenaza a la privacidad. Poco después, la autoridad bávara (BayLDA) ordenó eliminar todos los datos recolectados en Europa por violar el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
La presión internacional llevó a la empresa a anunciar medidas como la eliminación de datos bajo solicitud del usuario y la prohibición de escanear menores. Sin embargo, las dudas sobre la seguridad y el uso final de los datos biométricos persisten.
Una industria en expansión
Más allá del caso de Worldcoin, la verificación de humanidad se consolida como un sector clave ante el auge de la inteligencia artificial generativa. Según estimaciones de 2023, hasta el 40% del tráfico en internet proviene de bots. La proliferación de identidades falsas, fraudes automatizados y contenidos creados por IA ha generado una demanda creciente por herramientas capaces de distinguir a los humanos de las máquinas.
Este fenómeno ha dado origen a un nuevo modelo de negocio: la verificación como servicio. Plataformas como Reddit o Tinder ya exploran soluciones para frenar la automatización de perfiles falsos, mientras que el sector financiero y educativo implementa tecnologías para prevenir fraudes y detectar contenido generado por IA.
Startups y empresas en la carrera por la autenticidad
En España, la empresa Kolokium, dirigida por Jesús Rodríguez Cabrero, ha desarrollado plataformas de verificación de identidad basadas en blockchain. Su proyecto PRIOPS permite certificar identidades en obras civiles mediante tecnología descentralizada. Otras soluciones, como KOLBI y KOLFINANCE, se enfocan en garantizar la autenticidad de transacciones y activos digitales.
Por su parte, Mitek Systems ofrece herramientas que analizan documentos de identidad y detectan deepfakes en tiempo real, siendo utilizadas por bancos y plataformas de comercio electrónico. La colombiana Truora aplica inteligencia artificial para validar biometrías y documentos, mientras que GPTZero y QuillBot ayudan a identificar textos generados por IA, especialmente en el ámbito académico.
Un mercado con futuro
El mercado de la verificación digital fue valorado en más de 10.900 millones de dólares en 2023 y se proyecta que supere los 30.000 millones para 2030, con un crecimiento anual estimado de 14,9%. Este auge responde a la necesidad urgente de soluciones seguras que respeten la privacidad, frente al incremento de los delitos digitales, las normativas KYC/AML y la acelerada digitalización de servicios esenciales.
En esta nueva era donde la IA borra las fronteras entre lo real y lo falso, la capacidad de demostrar que eres humano se convierte en un activo estratégico. Pero también plantea profundas preguntas éticas sobre el control de nuestros datos más íntimos y el precio que estamos dispuestos a pagar por mantener nuestra identidad en línea.