Compass Bank and Trust Corporation, el banco offshore radicado en Dominica cuyo presidente es Ibrahim José Velutini Sosa, presentó una demanda civil millonaria en el condado de Miami-Dade contra la red de exdirectivos, asesores y empresas vinculadas a los hermanos Daniel y Carmelo De Grazia, a quienes acusa de haber saqueado la institución por más de 50 millones de dólares a través de una compleja ingeniería financiera.
Según el documento judicial, al que tuvo acceso Cuentas Claras Digital, los hermanos Daniel José y Carmelo De Grazia, utilizaron a Compass Bank – del cual fueron accionistas mayoritarios de 2013 a 2024 – como vehículo para financiar sus emprendimientos personales en EE. UU. y Canadá.
Cabe recordar que los hermanos De Grazia y su socio Samark López se encuentran presos en Venezuela desde 2024, acusados – junto a Tarek El Aissami – de ser los principales actores de la denominada trama de criptocorrupción de PDVSA. Fuentes de Cuentas Claras Digital sostienen que dentro de ese esquema fraudulento, se habría utilizado tanto a Compass Bank como a Bancamiga, ambos propiedad de los detenidos. Desde el momento de la caída de este grupo, el control de esos bancos habría sido asumido con total opacidad por José Simón Elarba con el apoyo de Carlos Erik Malpica Flores.
El banco como “caja chica” de los De Grazia
La demanda presentada el 6 de junio ante la Corte del Circuito 11 de Florida , señala que Daniel De Grazia, antes de perder el control de Compass Bank, ejecutó junto con su hermano Carmelo y su asesor financiero, el ciudadano estadounidense Steven Videla, una serie de operaciones con bonos denominados “non-recourse” – estructurados para blindar a los prestatarios en caso de impago – que vaciaron las arcas del banco.
Las actividades fraudulentas se materializaron a través de la compra de bonos estructurados por emisores europeos, cuyos fondos eran luego utilizados para otorgar préstamos a empresas bajo control directo de los acusados:
Compass Payment Solutions, LLC (Florida): recibió 10 millones de dólares.
Bocas Food Group, LLC (Florida): recibió 25 millones de dólares.
ARS Canada Rolling Stock Inc. (Canadá): recibió 5 millones de dólares.
Estas compañías, según la demanda, no tenían intención de devolver los préstamos. “El banco recibía bonos sin valor, mientras los acusados financiaban sus negocios con dinero ajeno”, denuncia Compass Bank.
La querella también detalla cómo, en junio de 2024 y justo antes del cambio de propiedad del banco, varios funcionarios ejecutaron transferencias directas de fondos del banco a sus cuentas personales por 1.15 millones de dólares. Los pagos se autorizaron bajo el mando de Garlina Requena, entonces presidenta de la entidad, con destino a Videla y otros allegados: Alicia Moyetones, María Abraham y Aura Montoya.
Otro episodio mencionado en la demanda señala que los hermanos De Grazia habrían desviado 11 millones de dólares a través de una falsa operación de factoring. El dinero se utilizó para saldar obligaciones personales disfrazadas de operaciones financieras legítimas.
La demanda, presentada por el bufete Hogan Lovells en Miami, incluye ocho cargos civiles, entre ellos: violación a la Ley Civil RICO de Florida (contra el crimen organizado), fraude, malversación, conversión de fondos y enriquecimiento ilícito.
El banco solicita una indemnización triple por los daños sufridos, lo que podría elevar el monto reclamado a 150 millones de dólares.
Las personas jurídicas y naturales – en su mayoría venezolanas – afectadas por este esquema delictivo, están exigiendo a los nuevos dueños que respondan por los depósitos que tenían en el Compass Bank.