La tokenización de activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés) ha dejado de ser una promesa abstracta y está entrando de lleno en el terreno de las finanzas globales. En los últimos días, grandes actores financieros y del ecosistema blockchain han dado pasos concretos para integrar esta tecnología en sus operaciones. Con información de Cointelegraph.
El gigante BlackRock anunció la creación de una clase de acciones basada en tecnología de registro distribuido para su fondo fiduciario del Tesoro, por un valor de 150.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, Libre comunicó planes para tokenizar 500 millones de dólares en deuda de Telegram, mientras que desde Dubái, MultiBank Group firmó un acuerdo histórico por 3.000 millones de dólares con la inmobiliaria MAG y la firma blockchain Mavryk, considerado hasta ahora el mayor proyecto de tokenización de RWA.
Según Marcin Kazmierczak, cofundador de RedStone, estos anuncios marcan el paso definitivo “de los debates teóricos a la aplicación práctica”. Además, señala que la renovada postura del gobierno de Donald Trump, más favorable hacia las criptomonedas, ha dado un impulso clave a este avance, junto con una mayor claridad regulatoria y mejoras tecnológicas, especialmente en billeteras digitales.
Ethereum se mantiene como el principal centro de tokenización gracias a su infraestructura consolidada, pero nuevas redes como Canton Network, Plume y Ondo Chain comienzan a posicionarse como opciones específicas para RWA. Según datos de RWA.xyz, actualmente hay unos 6.500 millones de dólares en bonos del Tesoro tokenizados, de los cuales 4.900 millones están en Ethereum.
A pesar del entusiasmo, persisten desafíos importantes: la regulación sigue siendo una barrera para muchas instituciones, y la falta de interoperabilidad entre blockchains limita la expansión. Sin embargo, las previsiones son ambiciosas: expertos estiman que entre el 10% y el 30% del sistema financiero global podría estar tokenizado hacia finales de la década. Las proyecciones de mercado sugieren que el sector RWA podría alcanzar entre 30 y 50 billones de dólares para 2030.
La tokenización no solo promete eficiencia y liquidez en mercados tradicionalmente ilíquidos, sino que podría transformar la forma en que el capital se mueve en el mundo, marcando el inicio de una nueva era para las finanzas globales.
