CCD El crimen organizado y las pandillas aprovechan la falta de oportunidades y el limitado accionar de los Estados de Centroamérica para reclutar y entrenar en el uso de armas y el tráfico de drogas a niños y adolescentes pobres, según un estudio dado a conocer hoy por la CIDH.
“En las zonas donde operan organizaciones criminales y maras a menudo los niños y adolescentes sufren presiones, amenazas o engaños para que colaboren con estas organizaciones; otros adolescentes se acercan a estos grupos en búsqueda de oportunidades, reconocimiento, protección y sentido de pertenencia”, señala el estudio “Violencia, Niñez y Crimen Organizado”.
El informe fue elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con financiación de la organización humanitaria Plan Internacional, y presentado hoy en Tegucigalpa por Esmeralda Arosemena, relatora de la niñez del organismo internacional.
Arosemena dijo a Efe que las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana “no están siendo efectivas” en Centroamérica, especialmente en los países del llamado Triángulo Norte, donde los niños y adolescentes que viven en las regiones más pobres y los que están fuera del sistema educativo, son los más vulnerables a ser reclutados por el crimen organizado.
“No es que no hay respuesta (de los Estados), es que la respuesta requiere de una mejor articulación para que sea más efectiva”, subrayó la comisionada, quien abogó por la elaboración de políticas públicas con enfoque de derechos humanos.
El informe señala que la CIDH “constata con profunda preocupación que las condiciones en las que viven los niños, niñas y adolescentes en contextos con presencia de grupos criminales y limitada implantación institucional del Estado, pueden llegar a ser abrumadoras”.
Destaca además que los niños y adolescentes “son utilizados y abusados” por las organizaciones criminales, pues los adultos los consideran “piezas prescindibles e intercambiables, el último eslabón de la cadena y por lo usual les encargan actividades de mayor riesgo para su integridad personal o de ser detenidos”.
La CIDH considera que el reclutamiento de menores de edad por el crimen organizado o las pandillas puede ser considerado “en muchos casos como situaciones de abuso y explotación”.
La directora de Plan Internacional Honduras, Belinda Portillo, dijo a Efe que los Estados deben garantizar la protección a su niñez y juventud y reconoció que Honduras ha avanzado en la reducción de la violencia.
Portillo dijo que ahora es el momento de “tomar acciones” en Honduras, y enfatizó que el país “no necesita que nos estemos desgastando en política, necesita que se dé acciones sobre los temas torales”.
Vender o transportar drogas, robos y extorsiones son algunas de las actividades en las que son utilizados los varones, mientras las menores “generalmente son víctimas de violencia sexual y de género”, señala el informe de la CIDH.
El organismo internacional lamentó que pese a ello en la región “no existen suficientes políticas y programas” enfocados a prevenir la violencia contra las niñas y a protegerles, por el contrario “son estigmatizadas” y en algunos países se les “sigue criminalizando”.
Arosemena indicó que en Honduras, como en El Salvador y Guatemala -países que conforman el Triángulo Norte, “hay una situación de inseguridad, de violencia y de pobreza”, por lo que instó a los Estados a buscar mecanismos para solucionar esos problemas.
La CIDH recomienda además impulsar políticas públicas con “carácter integral y holístico”, tomar en consideración las diversas causas estructurales, trabajar sobres los factores de riesgo y reforzar los mecanismos de protección.
La Comisión resaltó la necesidad de fortalecer la prevención y la reducción de la violencia y atender de “modo urgente” las necesidades especiales de protección de la niñez. EFE