La Policía Nacional española desarticuló una organización criminal dedicada al tráfico internacional de drogas sintéticas —principalmente MDMA en pastillas y en roca— que utilizaba métodos insólitos para burlar los controles: amortiguadores de coche, cajas de bombones, piscinas inflables y hasta rascadores para gatos. Desde 2023, la red enviaba la droga a países como Venezuela, Chile y Australia utilizando empresas de paquetería, aprovechando la apariencia inocente de los productos para ocultar cargamentos de alto valor en el mercado ilegal. Con información de EFE.
La operación, bautizada como ‘Pool’, culminó con la detención de 14 personas —venezolanos, colombianos y españoles de entre 18 y 30 años— en varios municipios de Madrid, en la capital española y en Peñíscola (Castellón). Además, se incautaron 14 kilos de éxtasis, 11.000 euros en efectivo, siete armas de fuego y cuatro armas blancas. Cuatro de los detenidos ya fueron enviados a prisión preventiva.
Uno de los cabecillas, de nacionalidad venezolana y con orden de extradición pendiente hacia su país, dirigía buena parte de la logística criminal desde el interior de una cárcel de Madrid, donde ya se encontraba recluido por otros delitos. Desde su celda coordinaba movimientos, aprobaba envíos y supervisaba el acondicionamiento del estupefaciente, que se almacenaba en una finca ubicada a las afueras de la capital española. Allí los agentes localizaron material listo para un nuevo envío oculto dentro de rascadores para gatos y amortiguadores de vehículo.
La investigación comenzó en agosto de 2024, cuando una empresa de paquetería alertó a la Policía tras detectar irregularidades en un envío con destino a Venezuela. La compañía sudamericana —que previamente había interceptado paquetes sospechosos— avisó a su sede en España, lo que permitió activar el protocolo. Dentro del paquete, que contenía una piscina hinchable, los agentes hallaron 460 pastillas de MDMA y MDMA en roca, lo que dio origen al nombre de la operación.
Las pesquisas permitieron descubrir que la organización funcionaba como un laboratorio clandestino dedicado a la elaboración, adulteración y distribución internacional de MDMA y de tusi, sustancias que importaban principalmente desde Países Bajos, uno de los principales centros de producción de drogas sintéticas en Europa. Su estructura, flexible y joven, estaba diseñada para operar con rapidez y aprovechar las rutas de paquetería internacional para mover cargamentos de pequeño volumen pero de alto impacto económico.
En el curso de la investigación se interceptaron otros dos paquetes: uno con destino a Chile, en el que se incautaron 5.000 pastillas de MDMA, y otro enviado a Australia, que contenía 257 gramos de cocaína. Estos hallazgos confirmaron la dimensión transnacional del grupo criminal y su capacidad para diversificar envíos hacia distintos continentes.
Con la operación ‘Pool’ la Policía Nacional da por desarticulada la red y mantiene abiertas diligencias para identificar posibles colaboradores en Europa y América Latina, mientras la investigación continúa para rastrear el flujo económico y las conexiones internacionales del grupo.










