El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que establece un grupo de trabajo sobre activos digitales con el objetivo de proponer regulaciones para el sector y evaluar la creación de una reserva nacional de criptomonedas. La medida responde a la necesidad de claridad regulatoria en un sector que ha crecido significativamente en los últimos años. La Casa Blanca destacó que la orden busca establecer marcos regulatorios neutrales que promuevan la transparencia y definan los límites jurisdiccionales de los organismos encargados de la supervisión del sector. Con información de Quartz.
El grupo de trabajo tendrá 30 días para identificar normativas existentes y 60 días para presentar recomendaciones regulatorias de diversas agencias federales. Se espera que en un plazo de 180 días se entregue un informe con sugerencias de políticas, que incluirían la posible creación de un depósito nacional de activos digitales. La industria ha recibido esta iniciativa con optimismo, con actores clave como Coinbase y Binance expresando su expectativa de que una regulación más clara impulse la adopción de criptomonedas en los mercados tradicionales.
Además, la orden ejecutiva revoca una medida de la administración anterior que promovía la exploración de una moneda digital del banco central (CBDC), argumentando que tales activos podrían afectar la estabilidad financiera y la privacidad de los ciudadanos. La eliminación de esta iniciativa ha generado opiniones encontradas, ya que algunos sectores consideran que podría limitar la modernización del sistema financiero estadounidense.
En paralelo, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) anunció la revocación de directrices contables que exigían a las empresas registrar los activos digitales de terceros como pasivos, lo que podría facilitar su integración en el sistema financiero. La SEC también lanzó un grupo de trabajo específico para desarrollar un marco regulatorio más flexible para el sector. La nueva dirección de la agencia, encabezada temporalmente por Mark Uyeda, ha indicado un cambio de enfoque respecto a la administración anterior, que adoptó una postura más restrictiva.
A medida que la administración estadounidense avanza en la regulación del sector de los activos digitales, el impacto de estas decisiones en la industria sigue siendo objeto de análisis. Se espera que las nuevas políticas definan un marco de acción más claro para empresas y reguladores, al tiempo que aborden los desafíos de seguridad y transparencia que plantea el crecimiento acelerado de las criptomonedas.
