A principios de 2016, Facebook adoptó una postura política como nunca antes, prohibiendo la venta privada de armas en su sitio web. Cuatro años más tarde, las consecuencias: los grupos de entusiastas de las armas que se mueven hacia las sombras donde las ventas siguen siendo comunes, los vendedores que juegan con la función Marketplace y el uso bien documentado del lenguaje codificado por los propietarios de armas, demuestran lo difícil que es para Facebook y otras plataformas monitorear y controlar los poderosos foros que brindan. Así lo informó Protocol.
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Antes de la prohibición, organizar ventas de armas entre pares, que están permitidas por la ley federal pero prohibidas en más de una docena de estados, se había vuelto popular en Facebook, donde los usuarios acudían en masa a grupos de “compra, venta y comercio”, donde había muchos compradores y vendedores y pocas preguntas. La decisión de la compañía de eliminar estas ventas siguió a una intensa presión política a raíz de la masacre en la escuela primaria Sandy Hook, cuando los defensores del control de armas no lograron persuadir al Congreso para que promulgara verificaciones de antecedentes universales, lo que permitió a los propietarios de armas en la mayoría de los estados continuar vendiendo armas de fuego sin la participación del gobierno.
Al acordar que las ventas no reguladas representaban una escapatoria potencialmente peligrosa, los ejecutivos de Facebook en enero de 2016 se encargaron de cerrar las ventas tanto en Instagram como en Facebook. Pero los usuarios encontraron soluciones alternativas rápidamente, y los vendedores publicaron fotos de una pistola con el lenguaje correspondiente diseñado para cambiar la conversación de ventas a un mensaje privado. Si bien la política de Facebook llevó a la eliminación de algunos grupos de alto perfil que organizaron estas discusiones, muchos simplemente se mudaron a configuraciones no listadas que hicieron que el seguimiento del comportamiento sea más difícil.
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Hoy, mientras Facebook enfrenta un intenso escrutinio por parte de los legisladores y el público, las mismas soluciones básicas todavía se están utilizando para organizar la venta de armas. De hecho, si sabe dónde buscar, las ofertas son fáciles de encontrar.
