El Supremo absolvió de corrupción a la presidenta del partido de Lula

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CCD La senadora brasileña Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), fue absuelta hoy de los cargos de supuesta corrupción que la Fiscalía había presentado en su contra ante la Segunda Sala de la Corte Suprema.

La legisladora, quien preside desde el año pasado la formación fundada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en prisión por corrupción, fue hallada inocente por los cinco miembros de esa sala, que en forma unánime desestimaron las acusaciones que la vinculaban a los escándalos detectados en la estatal Petrobras.

Según los magistrados, pese a que la Fiscalía sostiene que contra la senadora pesaban al menos cuatro testimonios e indicios que la comprometerían en asuntos de corrupción, no fueron presentadas suficientes pruebas materiales como para demostrar su culpabilidad.

El magistrado Edson Fachin, instructor del caso, también halló “contradicciones” entre las declaraciones de quienes acusaron a la senadora, las cuales también pesaron en la decisión.

Por los mismos motivos, también resultaron absueltos los otros dos acusados en la misma acción: el marido de la senadora, Paulo Bernardo Silva, quien fue ministro de Planificación y de Transportes, y el empresario Ernesto Kugler.

Hoffmann, quien también fue ministra de la Presidencia en el Gobierno de la luego destituida Dilma Rousseff, estaba acusada de haber recibido 1 millón de reales (hoy unos 265.250 dólares) para su campaña en las elecciones de 2010, en las que obtuvo el escaño que aún ocupa.

El dinero habría salido de la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras y fue descubierta por la operación Lava Jato, que llevó a prisión a decenas de empresarios y políticos, entre quienes figura Lula, condenado a doce años y encarcelado desde el pasado abril.

Hoffmann, al igual que Lula y la mayoría de los implicados en los hechos, ha negado todos los cargos y declarado que es “víctima” de una “persecución política” que supuestamente busca “acabar” con el PT e impedir que el expresidente intente llegar al poder por tercera vez en las elecciones que se celebrarán el próximo 7 de octubre.

El PT, que con esos mismos argumentos insiste en la inocencia de Lula, lo proclamó candidato para las elecciones presidenciales pese a su delicada situación jurídica, que incluye otras seis causas penales en las que aún responde ante los tribunales.

Otro obstáculo que Lula debería salvar de cara a los comicios son unas normas que impiden a todo condenado en segunda instancia, como es su caso, postularse a cualquier cargo electivo.

La situación de Lula, de todos modos, depende del curso que sigan las apelaciones que sigue intentando su defensa, una de las cuales, que pide suspender su prisión mientras tramiten otros recursos, será juzgada por la misma Segunda Sala de la Corte Suprema el próximo martes, según fue confirmado hoy por ese tribunal.

 

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