Estados Unidos anunció una ofensiva contra los complejos globales de estafa tipo pig butchering, al lanzar el 12 de noviembre de 2025 el Grupo de Trabajo contra las Estafas, una fuerza especial que integra a DOJ, OFAC, FinCEN, FBI, USSS, HSI y el Departamento de Estado en una sola estructura operativa. El objetivo es desmantelar la industria criminal que opera desde Myanmar, Camboya, Laos y Filipinas, donde víctimas de trata son obligadas a ejecutar fraudes de inversión en línea que han generado pérdidas superiores a los 53.000 millones de dólares a nivel mundial. Con información de TRM.
Las estafas “pig butchering” utilizan tácticas de manipulación emocional y plataformas falsas de criptomonedas para atraer a las víctimas, mostrar ganancias ficticias y desaparecer cuando intentan retirar sus fondos. Estas operaciones, protegidas por organizaciones criminales con liderazgo chino, forman ecosistemas ilícitos que combinan fraude financiero, explotación humana y grandes redes de lavado de dinero. La ONU ha advertido que estos complejos generan decenas de miles de millones anuales, movidos a través de empresas fantasma, corredores OTC y sofisticados circuitos transnacionales.
Como parte del anuncio, la OFAC sancionó al Ejército Democrático Benévolo Karen (DKBA) y a cuatro de sus dirigentes por administrar y resguardar complejos de estafa en Birmania. También fueron designadas empresas vinculadas a redes chinas que financian y desarrollan estos centros, en un esfuerzo por cortar los flujos financieros que sustentan la industria criminal. Desde 2024, OFAC y FinCEN han golpeado a estructuras como Huione Group, KK Park y Tai Chang, clave para mover miles de millones en ganancias ilícitas mediante criptomonedas.
El DOJ liderará acusaciones penales, incautaciones y decomisos de activos, apoyado por inteligencia financiera de FinCEN, acciones globales de sanciones de OFAC y unidades especializadas del FBI, USSS y HSI. El modelo integral combina rastreos de blockchain, bloqueos de billeteras, congelamiento de activos, presión diplomática y cooperación internacional para atacar simultáneamente el fraude, el lavado de dinero y la trata. El caso de Prince Group —con un decomiso récord de 127.000 bitcoins— es el precedente: demostró cómo coordinar fuerzas legales, financieras y operativas puede desarticular ecosistemas criminales completos.
La nueva Strike Force representa la respuesta de Estados Unidos frente a una amenaza que ya no es solo tecnológica o financiera, sino humanitaria y geopolítica. Su misión: destruir la infraestructura global del pig butchering, recuperar fondos para las víctimas y demostrar que la misma tecnología utilizada por las redes criminales también puede emplearse para rastrearlas, bloquearlas y derrumbarlas.
