Mulas bancarias: jóvenes captados por redes sociales para blanquear dinero de estafas

La Policía Nacional desarticuló una red de mulas bancarias que captaba a jóvenes por redes sociales para recibir dinero robado en sus cuentas. Les prometían “ganar dinero fácil”, pero terminaron detenidos por blanqueo de capitales. La víctima perdió más de 30.000 euros tras ser engañada por un falso agente bancario

0
13
Foto Archivo

La Policía Nacional de España lanzó una advertencia urgente: las mafias están reclutando cada vez a más jóvenes —muchos con empleos precarios— para utilizarlos como mulas bancarias, es decir, prestan sus cuentas para recibir dinero robado. Les prometen “ganar dinero fácil”, pero lo que realmente hacen es convertirlos en parte de una organización criminal. La operación terminó con cinco detenidos, todos españoles de entre 20 y 25 años, captados a través de redes sociales como Instagram y TikTok. Con información de ABC.

El caso comenzó el 9 de julio en Dos Hermanas (Sevilla), cuando un hombre de 44 años fue estafado por un delincuente que se hizo pasar por agente del BBVA. Le dijo que estaban realizando cargos ilegales desde Italia y lo convenció, en plena tensión emocional, de transferir “todos sus fondos a una cuenta segura”. La víctima terminó proporcionando sus datos personales y bancarios. No solo transfirió todo su dinero, sino que los estafadores aprovecharon esos datos para solicitar un crédito a su nombre.

En total, la víctima perdió 30.159 euros, distribuidos en seis transferencias a cuentas distintas, cada una perteneciente a una de las mulas, excepto una persona que recibió dos depósitos. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) rastreó el movimiento del dinero, identificó a los titulares de las cuentas y detuvo a cinco jóvenes en Madrid, Cenicientos y Humanes. Un sexto implicado permanece investigado.

La Policía alerta que estos reclutamientos son cada vez más frecuentes: jóvenes en situación vulnerable, con trabajos temporales, son contactados a través de redes sociales o por un “amigo de un amigo”. Les ofrecen una comisión a cambio de permitir transferencias en sus cuentas, sin explicar que están blanqueando dinero para una organización delictiva. Cuando estalla el caso, los cabecillas desaparecen y los que terminan detenidos son ellos.

“Creen que no los vamos a pillar, pero están cometiendo delitos graves”, señala la Policía. Actúan como testaferros de dinero robado y quedan expuestos a acusaciones de blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Nada de “dinero fácil”: quedan marcados penalmente por servir como escudo de la mafia.

Las autoridades recuerdan que ninguna entidad bancaria solicita transferencias para “cuentas seguras”, ni pide datos personales por teléfono. Si el banco bloquea la cuenta por seguridad, es un mecanismo de protección, no una señal de alarma. El consejo es claro: ante cualquier sospecha, acudir directamente a la sucursal y no compartir información bancaria por teléfono.

El negocio criminal avanza gracias a dos factores: ciudadanos vulnerables que se dejan utilizar y víctimas que entregan sus datos en medio del miedo y la confusión. Las mulas creen que se están ganando un dinero extra; en realidad, están prestando su nombre a una estructura criminal que nunca da la cara.

Dejar una respuesta

Por favor, introduce tu comentario
Por favor, introduzca su nombre aquí