El empresario Rafael Alfredo Sarría Díaz, sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2018 por actuar como testaferro de altos funcionarios del chavismo-madurismo, se ha convertido en el nuevo poder detrás de FM Center, uno de los circuitos radiales más grandes de Venezuela. Con información de La Hora de Venezuela.
Fuentes consultadas revelan que tras la muerte, en enero de este año, de Rodolfo Rodríguez García, fundador y presidente del circuito, Sarría tomó el control editorial del grupo e instauró un clima de censura y temor entre los trabajadores. Desde mediados de 2024, incluso antes del fallecimiento de Rodríguez, ya se percibía una fuerte tensión interna por el peso creciente de Sarría dentro de la empresa.
El 2 de mayo de 2025, el papel del empresario quedó al descubierto. Ese día, Nicolás Maduro Guerra, hijo del jefe del régimen venezolano, fue recibido en FM Center con honores inusuales y entrevistado en tres programas como parte de su campaña a la Asamblea Nacional. Los videos de aquella visita mostraron por primera vez el verdadero rostro de Rafael Sarría, hasta entonces un personaje casi invisible para la opinión pública.
De socio a censor
FM Center fue fundado en los años noventa por Rodolfo Rodríguez García, junto a sus hijos Rodolfo, Martha, Marcia y Marlene Rodríguez Miranda —esta última esposa del cantante Ricardo Montaner—. El circuito llegó a tener más de sesenta emisoras agrupadas en subcircuitos como La Romántica, Fiesta, Candela Pura y Hot 94.1.
En 2012, la familia vendió 30 % de las acciones a Sarría, con el argumento de garantizar la renovación de la licencia ante Conatel, el organismo estatal que controla el espectro radioeléctrico y ha cerrado más de 230 emisoras desde 2003. Según Martha Rodríguez Miranda, el compromiso de Sarría fue mantenerse al margen de la línea editorial. Una promesa que se rompió tras el fallecimiento de Rodríguez García.
Desde entonces, el empresario actúa como dueño absoluto, con el respaldo de Conatel y la influencia directa de Diosdado Cabello, con quien mantiene una amistad desde sus días en la Academia Militar. Fuentes internas afirman que dentro del circuito se le conoce con el código “Delta Charlie” y que su criterio define la línea informativa del conglomerado.
En los últimos meses, FM Center ha registrado más de veinte despidos, entre ellos los del periodista Isnardo Bravo y la locutora Caterina Valentino, junto a personal técnico y administrativo. “Hay una nueva realidad en FM Center, y en esa realidad no hay espacio para Isnardo ni tan Bravo”, escribió el comunicador al anunciar su salida en agosto de 2024.
El cadete que apostó por el poder
Sarría conoció a Cabello en 1983, cuando ambos ingresaron como cadetes a la Academia Militar de Venezuela. Mientras Cabello continuó su carrera militar hasta convertirse en uno de los hombres más poderosos del chavismo, Sarría abandonó la institución dos años después. Sin embargo, la amistad entre ambos se mantuvo.
En 1998, Sarría formó parte del equipo de seguridad de Hugo Chávez, y según excompañeros, contribuyó económicamente con la campaña. Tras la llegada del chavismo al poder, multiplicó sus negocios y propiedades en Venezuela, Estados Unidos, Francia y España.
El empresario posee una mansión en Valle Arriba decorada con obras de Jesús Soto; propiedades en Nueva York y Boca Ratón; y una casa de lujo en La Moraleja, Madrid, equipada con 150 cámaras y micrófonos. Entre 2000 y 2025, habría registrado 22 empresas en distintos países.
Un rostro confundido y oculto
Durante años, los medios ilustraron sus notas con la foto de otro hombre: un ingeniero vasco también llamado Rafael Sarría, confundido incluso por portales venezolanos desde 2018. La verdadera imagen del testaferro de Cabello permaneció oculta hasta mayo de 2025, cuando apareció junto a Nicolás Maduro Guerra en las instalaciones de FM Center, con barba y cabello canosos, vestido con chaqueta verde militar y pantalón beige.
Antes, en enero de 2022, El Confidencial de España lo había fotografiado entrando a los tribunales de Madrid, donde enfrentaba una denuncia por agresión interpuesta por su exyerno Roberto Elizondo León, en medio de una disputa familiar.
Entre el error y el diseño
Expertos consultados señalan que confusiones como la de la imagen de Sarría pueden deberse tanto a errores de identificación como a estrategias deliberadas de ocultamiento, utilizadas para proteger la identidad de individuos sancionados o investigados.
En el caso de Rafael Alfredo Sarría Díaz, su verdadera exposición pública no llegó por una investigación periodística ni por una orden judicial, sino por un video de campaña de Nicolás Maduro Guerra, que terminó mostrando —por error o por diseño— el rostro del hombre que hoy controla el micrófono de uno de los mayores circuitos radiales de Venezuela.











