El gobierno de Donald Trump decidió descertificar la cooperación de Colombia en la lucha contra las drogas, un hecho que no ocurría desde 1997, aunque otorgó una exención para no suspender del todo la asistencia que tradicionalmente ha recibido Bogotá como aliado estratégico de Washington en Latinoamérica. Con información de AP.
La medida, anunciada por el Departamento de Estado, se interpreta como una reprimenda a la administración de Gustavo Petro por el crecimiento récord de cultivos de coca y la caída en los niveles de erradicación. Según Estados Unidos, el liderazgo político colombiano ha incumplido compromisos internacionales en materia de control de drogas, aunque dejó abierta la posibilidad de reconsiderar la decisión si se adoptan acciones más contundentes contra la producción y el tráfico.
Petro rechazó la descertificación asegurando que Colombia ha puesto “decenas de muertos” para frenar la llegada de cocaína a Estados Unidos y anunció que su país dejará de depender del armamento estadounidense. “No más limosnas ni regalos”, afirmó, al plantear que se fabricarán armas con la empresa estatal o se adquirirán en otros mercados.
Junto con Colombia, también fueron descertificados Afganistán, Bolivia, Birmania y Venezuela. Sin embargo, salvo en el caso afgano, Washington determinó mantener asistencia por considerarla vital para sus intereses nacionales.
En defensa de su política, el gobierno de Petro resaltó cifras históricas de incautaciones —884 toneladas en 2024 y 654 toneladas en lo que va de 2025—, pero admitió la reducción drástica en la erradicación de cultivos ilícitos: de 68.800 hectáreas en 2022, durante el gobierno de Iván Duque, a solo 9.403 en 2024 y 5.048 en lo que va de este año, muy lejos de la meta oficial de 30.000.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito reportó que Colombia alcanzó en 2023 un máximo de 253.000 hectáreas de cultivos de coca, lo que terminó de alimentar la inconformidad de Washington.
La descertificación llega en un contexto de tensiones políticas. Petro ha sido crítico del prohibicionismo y de la estrategia militar estadounidense, y recientemente condenó el ataque de Washington a una embarcación procedente de Venezuela, vinculada por Trump al Tren de Aragua, en el que murieron 11 personas. También se suman roces diplomáticos por declaraciones del mandatario colombiano sobre un supuesto intento golpista y por la crisis migratoria que casi llevó a imponer aranceles bilaterales.
La decisión de Trump marca un nuevo punto bajo en la relación entre Bogotá y Washington, una de las más tensas de las últimas décadas, y confirma que la lucha antidrogas sigue siendo el centro de fricciones en la agenda común.
