La directora de Transparencia Venezuela, Mercedes de Freitas, denunció que al menos 178 casos de corrupción relacionados con el régimen de Nicolás Maduro están siendo investigados en 30 países. Así lo expresó durante su participación en el programa La Conversa de la Alianza Rebelde Investiga (ARI), conducido por César Batiz.
De Freitas advirtió que la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) ha desarrollado mecanismos clandestinos para evadir las sanciones petroleras impuestas por Estados Unidos. Explicó que el régimen utiliza embarcaciones remodeladas con serias fallas técnicas, que navegan sin sistemas de ubicación y atracan en puertos no oficiales, muchos de ellos vinculados al narcotráfico y al lavado de dinero. Algunas recogen el crudo directamente en aguas venezolanas y otras en alta mar, todo para sortear los controles internacionales y mantener las exportaciones de petróleo en mercados paralelos.
Según la directora de Transparencia Venezuela, la expiración de la licencia de Chevron agravó aún más la situación, al obligar al régimen a buscar nuevos aliados dispuestos a correr el riesgo de ser sancionados. No obstante, advirtió que el gran reto para el Estado venezolano no es solo vender el crudo, sino lograr cobrar por él. Debido a las sanciones, el petróleo se vende por debajo del precio del mercado, lo que reduce significativamente los ingresos que deberían beneficiar al pueblo venezolano. A esto se suman los hallazgos de una investigación de ARI y Connectas, que reveló la pérdida de 3.700 millones de dólares en la compra y reparación de embarcaciones utilizadas para transportar crudo de manera irregular.
De Freitas también denunció la infiltración del oficialismo en el mundo deportivo, al señalar que al menos cuatro de los ocho equipos de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) están vinculados con el régimen: Navegantes del Magallanes, Tiburones de La Guaira, Tigres de Aragua y Caribes de Anzoátegui. Recordó además que en 2021 se creó la Liga Mayor de Béisbol Profesional con una aún mayor presencia de personas cercanas al régimen. A su juicio, el deporte se ha convertido en una herramienta más para el lavado de dinero, donde no existe contraloría ni mecanismos efectivos de denuncia.
De Freitas advirtió que esta opacidad también alcanza al fútbol profesional. Mencionó que el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Jorge Giménez, figura en las investigaciones del caso Koldo en España, donde se le vincula estrechamente con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. “Ese caso muestra cómo los tentáculos del poder venezolano se extienden más allá de las fronteras”, apuntó.
Agregó que al menos tres clubes del fútbol venezolano están dirigidos por personas cercanas al régimen. El Deportivo Táchira está presidido por Jorge Alfredo Silva Cardona, hombre cercano a los hermanos Diosdado y José David Cabello; Estudiantes de Mérida está vinculado a Raúl Carreño, sobrino de Pedro Carreño; y el equipo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) es propiedad de Yhuryseck Escalante Ferreira, esposa del coronel Alexandro Granko Arteaga, figura señalada por su participación en violaciones de derechos humanos.
De Freitas criticó duramente que Silva Cardona no se haya pronunciado tras el encarcelamiento de aficionados del Deportivo Táchira antes de un partido contra el equipo de la UCV. “Es inconcebible que no diga nada, eso demuestra que el poder y el dinero están por encima de todo”, concluyó.
