Las autoridades peruanas encendieron las alarmas tras desarticular una red criminal en Puente Piedra que utilizaba inteligencia artificial (IA) para fabricar montajes digitales con los que extorsionaban a menores de edad. La investigación, liderada por la Dirección Contra la Trata de Personas y la Fiscalía de Crimen Organizado, reveló que los delincuentes manipulaban fotografías reales para generar imágenes falsificadas, pero altamente convincentes, con el objetivo de intimidar y controlar a sus víctimas. Con información de Caretas.
El caso se activó gracias a una denuncia anónima que alertó sobre el acoso digital a una adolescente de 16 años. A partir de ese reporte, las autoridades rastrearon perfiles, comunicaciones y el software empleado para transformar imágenes legítimas en material simulado mediante técnicas similares al deepfake.
Lo que hallaron fue una estructura criminal que combinaba métodos clásicos de extorsión con herramientas tecnológicas de fácil acceso, capaces de operar de manera remota, veloz y bajo múltiples identidades falsas.
Una modalidad basada en el engaño tecnológico
Según la investigación, los implicados accedían a fotos reales de menores —obtenidas de redes sociales o a través de contactos manipulados— para generar imágenes y videos adulterados mediante programas avanzados de edición con IA. Aunque no existían hechos reales detrás del material fabricado, su apariencia verosímil permitía a los extorsionadores ejercer presión psicológica sobre sus víctimas.
Los mensajes intervenidos muestran cómo la red buscaba generar miedo, dependencia emocional y desinformación para someter a las adolescentes. La tecnología les permitía operar con rapidez, camuflando identidades y complicando inicialmente su detección. Una de las interrogantes que aún investigan las autoridades es cuántas menores pudieron haber sido contactadas bajo este mismo modus operandi.
Los detenidos y sus roles dentro de la organización
El operativo culminó con la detención de cinco personas vinculadas a la red. Entre ellas:
• Juan Villacorta Cáceres, señalado como el responsable del contacto inicial con la víctima y del manejo de varios perfiles falsos diseñados para ganar su confianza.
• Lourdes Carbajal, quien presuntamente realizaba funciones logísticas dentro de la estructura.
• Sandra Gastelu, identificada como la encargada de coordinar los pagos y comunicaciones internas.
• Juan Dávila, quien mantenía interacción directa con la víctima bajo la influencia del grupo criminal.
La Policía no descarta la existencia de otros colaboradores ni que la red operara también en otras zonas de Lima Norte.
Evidencias incautadas: tecnología al servicio del acoso
En los allanamientos se recuperaron laptops, celulares, memorias USB y otros equipos con evidencia clave: perfiles falsos creados para captar menores, conversaciones manipuladas y herramientas de edición con IA. También se confiscó equipamiento adaptado para grabación cuya finalidad será determinada por peritos forenses.
Un punto crucial del informe policial es que no se halló material explícito real, sino únicamente montajes digitales producidos para extorsionar. Esto confirma que el núcleo del delito no era la explotación directa, sino el engaño psicológico mediante contenido falsificado.
Los investigadores subrayan la necesidad de fortalecer las unidades de análisis digital, ya que los delitos que involucran IA evolucionan con rapidez y pueden ser ejecutados por cualquier persona que acceda a software disponible públicamente.
Llamado de las autoridades y próximas acciones
El coronel Jean Bergerot, vocero de la PNP, instó a la ciudadanía a denunciar cualquier caso similar, recordando que la identidad de denunciantes y víctimas es protegida por ley. También reiteró que la aparición de montajes digitales no implica hechos reales, pero sí constituye una forma de violencia psicológica grave.
La Fiscalía imputará a los detenidos por presuntos delitos de trata de personas, extorsión y delitos informáticos. La prioridad ahora es detectar si existen otras adolescentes contactadas por la red y evitar que este tipo de crimen, que combina tecnología y coerción emocional, quede sin denuncia.
Entre las líneas de investigación abiertas destacan:
• ¿Hay más víctimas que no han reportado los hechos por miedo o desconocimiento?
• ¿La red operaba en más distritos de Lima o incluso en otras provincias?
• ¿Se utilizó la misma tecnología para contactar a otras menores?
Una advertencia sobre el mal uso de la inteligencia artificial
Expertos en seguridad digital recalcaron que la IA es una herramienta útil en educación, diseño y productividad, pero también puede emplearse para crear contenido falso usado como mecanismo de intimidación y acoso.
Por ello, recomiendan reforzar la educación digital en niños y adolescentes, enseñarles a reconocer señales de manipulación y fomentar la denuncia temprana de cualquier conducta sospechosa en redes sociales.
El caso de Puente Piedra se convierte así en un precedente crítico para la regulación, vigilancia e investigación de delitos que mezclan tecnología, manipulación emocional y explotación de menores, marcando una advertencia urgente para las familias y las autoridades.











