Una nueva investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) revela que los mayores exchanges de criptomonedas del mundo —entre ellos Binance y OKX— permitieron durante años la circulación de miles de millones de dólares vinculados al crimen organizado, estafas transnacionales, redes de lavado de dinero en Asia y hackers norcoreanos. Los hallazgos confirman que, pese a acuerdos con autoridades estadounidenses y compromisos públicos de reforzar sus controles, estas plataformas siguieron recibiendo flujos de altísimo riesgo que debieron haber levantado alertas inmediatas. Con información de International Consortium of Investigative Journalist.
El ICIJ analizó direcciones en cadenas de bloques, documentos internos, registros públicos y miles de denuncias de víctimas, trazando cómo grandes volúmenes de criptomonedas lograron atravesar capas de anonimato hasta aterrizar en cuentas dentro de Binance, OKX y otros operadores. Entre julio de 2024 y julio de 2025, Binance recibió al menos 408 millones de dólares en USDT provenientes del Huione Group, un conglomerado camboyano señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como una “preocupación principal de lavado de dinero” debido a su rol en redes de fraude, tráfico humano y extorsión digital. En ese mismo periodo, OKX recibió otros 226 millones de dólares desde entidades vinculadas a Huione, según el rastreo realizado por ChainArgos y verificado por ICIJ.
La investigación también expone que plataformas como Binance actuaron como destino de flujos vinculados a los grupos de hackers de Corea del Norte, responsables de robos multimillonarios a puentes y protocolos de finanzas descentralizadas. Solo durante 2021–2022, más de 900 millones de dólares en ether transitaron por direcciones asociadas al lavado de fondos robados a THORChain, una operación que ya había sido denunciada por agencias de inteligencia de varios países.
En este contexto, el ICIJ destaca un giro político significativo en Estados Unidos. En octubre, el entonces presidente Donald Trump otorgó un indulto al fundador de Binance, Changpeng “CZ” Zhao, quien en 2023 se había declarado culpable de violar leyes de lavado de dinero. Tras el indulto, la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca afirmó públicamente que “la guerra de la administración Biden contra las cripto ya terminó”. Este mensaje, según expertos citados por el ICIJ, envió una señal contradictoria en un momento en que los grandes exchanges continuaban recibiendo multimillonarios flujos vinculados a organizaciones criminales, lo que despierta dudas sobre el rigor del marco normativo en uno de los mercados más determinantes del mundo.
Exempleados citados por ICIJ reconocen que los sistemas internos de cumplimiento eran insuficientes para el volumen de alertas que generaban los clientes y que, en ocasiones, los equipos no contaban con recursos para investigar operaciones sospechosas. Las víctimas consultadas también denunciaron que, incluso cuando lograron rastrear el paradero de sus fondos dentro de estos exchanges, las plataformas ofrecieron poca o ninguna colaboración para recuperarlos.
El reportaje de ICIJ muestra cómo, en la práctica, los exchanges globales se han convertido en una infraestructura paralela al sistema bancario tradicional, pero sin los filtros robustos exigidos a las entidades financieras. Esta brecha regulatoria ha permitido que narcotraficantes, estafadores digitales, redes de trata y operadores sancionados utilicen el ecosistema cripto para mover fondos sin demasiadas barreras.
La investigación subraya además un problema estructural: la regulación global es fragmentada y la supervisión varía radicalmente entre jurisdicciones. Mientras algunos países exigen licencias estrictas, otros carecen de controles AML/KYC, lo que crea zonas grises explotadas por redes transnacionales para dispersar capitales ilícitos.
Los hallazgos publicados por el ICIJ confirman que la industria cripto sigue siendo un terreno fértil para el lavado de dinero internacional, y que los compromisos de cumplimiento anunciados por los grandes exchanges aún están lejos de impedir que actores criminales utilicen estas plataformas como autopistas financieras globales. La investigación completa puede consultarse en: ICIJ – Coin Laundry Project.











