La Red de Ejecución de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de EE. UU. (FinCEN) emitió una advertencia contundente el 4 de agosto: los quioscos de moneda virtual convertible (CVC), también conocidos como cajeros automáticos de criptomonedas, están siendo cada vez más utilizados para facilitar fraudes, estafas y lavado de dinero, especialmente en perjuicio de poblaciones vulnerables.
Estos dispositivos, que permiten convertir dinero en efectivo en criptomonedas de forma instantánea, se han convertido en una herramienta útil para redes criminales transnacionales. De acuerdo con FinCEN, los delincuentes los emplean para mover fondos ilícitos de manera rápida y, a menudo, anónima, aprovechando vacíos regulatorios y la falta de controles adecuados.
“La criminalidad no se detiene y ha aprendido a explotar tecnologías innovadoras como los quioscos de CVC para robar dinero a las víctimas”, declaró Andrea Gacki, directora de FinCEN. “Estados Unidos está comprometido con la protección del ecosistema de activos digitales para empresas y consumidores legítimos, y las instituciones financieras son un socio crítico en ese esfuerzo”, agregó.
Las cifras respaldan la preocupación. Según el Centro de Quejas de Delitos en Internet del FBI, solo en 2024 se registraron 10.956 denuncias de fraude vinculadas a estos quioscos, con pérdidas que superaron los 246 millones de dólares. Más del 66% de esas pérdidas afectaron a personas mayores de 60 años, blanco frecuente de estafas románticas, extorsiones y fraudes de inversión.
FinCEN también alertó sobre el incumplimiento generalizado por parte de los operadores de estos quioscos, muchos de los cuales no se han registrado como negocios de servicios monetarios ni han implementado programas efectivos contra el lavado de dinero. Esta omisión ha permitido transacciones sin verificación de identidad, lo que favorece la actividad delictiva.
Entre los grupos que se han beneficiado de esta falta de regulación, el informe destaca al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que ha utilizado estos dispositivos para lavar las ganancias del narcotráfico, particularmente en estados considerados de alto riesgo como Illinois.
Ante este panorama, FinCEN instó a las instituciones financieras a reforzar el monitoreo de operaciones sospechosas y a presentar Reportes de Actividades Sospechosas (SAR), una herramienta clave para detectar y frenar el uso ilícito de estas plataformas. Aunque el desafío es grande, algunos sectores de la industria sostienen que los quioscos de criptomonedas pueden contribuir a la inclusión financiera si operan bajo un marco normativo robusto que minimice los riesgos y proteja a los usuarios legítimos.











