Libero Milone, exauditor general del Vaticano, acusó públicamente a la institución de haber utilizado una “herramienta secreta” –a la que llamó “llave maestra”– para manipular transferencias bancarias y encubrir operaciones sospechosas. Con información de La República.
Según Milone, esta herramienta permitía modificar los códigos IBAN dentro del sistema internacional de pagos SWIFT, lo que hacía posible alterar la identidad de remitentes y destinatarios de transferencias privadas en cualquier momento. El exauditor aseguró contar con documentación que respalda la existencia de este mecanismo, denunciando que con él se habría facilitado el lavado de dinero a gran escala dentro de la Santa Sede.
Milone, quien fue nombrado en 2015 por el Papa Francisco para auditar las finanzas vaticanas y destituido dos años después tras exponer irregularidades, ofreció una rueda de prensa en la que exigió una reunión personal con el Papa León XIV. Afirma que, al igual que a otros altos funcionarios, al Pontífice “le han ocultado la verdad” y que solo cara a cara podrá contarle lo que realmente ocurrió.
La respuesta oficial no tardó. El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, calificó las acusaciones de “totalmente infundadas” y recordó que en 2016 –año en que supuestamente se usó la “llave maestra”– la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) no ofrecía servicios a clientes privados. Además, recalcó que las auditorías practicadas entre 2020 y 2024 no detectaron ninguna anomalía en las operaciones financieras de la institución.
Las declaraciones de Milone reabren el debate sobre la opacidad de las finanzas vaticanas y alimentan la desconfianza sobre la capacidad de la Santa Sede para prevenir el blanqueo de capitales. La denuncia también añade presión internacional en un momento en que la Iglesia Católica busca proyectar una imagen de transparencia tras décadas de cuestionamientos.
