La empresa española Repsol informó que la revocatoria de la licencia específica que le había otorgado en 2024 la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha afectado directamente sus cuentas por cobrar, sus activos y su patrimonio. El golpe más fuerte proviene de la deuda que mantiene Petróleos de Venezuela (PDVSA) por el financiamiento a la empresa mixta Petroquiriquire y por el suministro de gas natural del proyecto Cardón IV. Con información de Petroguía.
En su informe financiero correspondiente al primer semestre de 2025, la compañía explicó que el 28 de marzo la OFAC emitió una licencia de liquidación que solo permitió cerrar operaciones previamente autorizadas hasta el 27 de mayo de 2025. Desde entonces, Repsol no ha recibido notificación oficial sobre nuevas licencias, lo que limita su capacidad de operar en Venezuela y restringe sus posibilidades de cobro. “Repsol está en continuo contacto con la administración estadounidense en un esfuerzo por ajustar el alcance de las actividades autorizadas y alcanzar un acuerdo que se alinee con sus intereses”, señala el documento.
El reporte también advierte sobre una orden ejecutiva aprobada en marzo por el gobierno de Donald Trump, que impone un arancel del 25% a todas las mercancías importadas a Estados Unidos desde países que adquieran petróleo venezolano, incluso de forma indirecta. “Si bien la implementación de dichos aranceles queda a discreción del gobierno estadounidense, la posibilidad de exigirlos o incluso la amenaza de hacerlo podría llevar a España y a otros países a dejar de aceptar importaciones de petróleo venezolano”, agrega el informe.
En cuanto a cifras, la petrolera registró un deterioro en sus cuentas por cobrar de 105 millones de euros en el primer semestre de 2025, principalmente por la decisión de la OFAC. Asimismo, reportó un impacto negativo en sus inversiones equivalente a 216 millones de euros.
