Las criptomonedas se han convertido en una herramienta clave para el crimen organizado en América Latina. Esta vez, fue Chile quien encendió las alarmas al desmantelar una compleja red transnacional vinculada al grupo criminal venezolano Tren de Aragua, que habría lavado más de 13.5 millones de dólares a través del sistema financiero chileno y activos digitales. Con información de News Bitcoin.
La operación, bautizada como “Tren del Mar”, culminó con la detención de 52 personas. Según informaron las autoridades chilenas, los implicados utilizaron cuentas bancarias y criptomonedas para introducir dinero ilícito en el sistema financiero local y luego transferirlo a al menos siete países: Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Paraguay, México, España y Argentina.
De acuerdo con la fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert, los fondos provenían de actividades criminales como trata de personas, homicidios, secuestros, extorsión, tráfico de migrantes, narcotráfico y cobros ilegales. El objetivo era blanquear las ganancias del Tren de Aragua mediante transacciones que pasaran desapercibidas ante los mecanismos tradicionales de supervisión.
El grupo delictivo, ha expandido rápidamente su influencia a lo largo del continente, incluyendo presencia en EE.UU. y alianzas operativas con mafias mexicanas. Así lo explicó el especialista en seguridad David Saucedo a DW, señalando que el Tren de Aragua ha adoptado tácticas propias de los cárteles mexicanos, especialmente el uso de criptomonedas para ocultar el origen de sus fondos.
“Como es sabido, en Venezuela no hay un volumen significativo de transacciones cripto. Pero gracias al contacto con mafias mexicanas, han empezado a replicar sus métodos de lavado de dinero”, detalló Saucedo.
El experto advirtió que este tipo de operaciones resultan muy convenientes para organizaciones criminales, ya que las criptotransacciones son difíciles de rastrear, no requieren intermediarios físicos ni documentos, y pueden realizarse de forma anónima desde cualquier parte del mundo.
En 2023, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) designó al Tren de Aragua como una Organización Criminal Transnacional, acusándolo de infiltrar economías locales en Sudamérica y establecer redes financieras para lavar activos, incluyendo el uso de criptoactivos.
El caso chileno refuerza las advertencias de organismos internacionales sobre el uso creciente de herramientas tecnológicas por parte de bandas criminales. A medida que las autoridades logran identificar y desmantelar estas redes, también queda en evidencia la necesidad de reforzar los sistemas de prevención del lavado de dinero y vigilancia de transacciones con criptomonedas en toda la región.











