CCD Familiares de Lisbeth Ramírez Mantilla, la única mujer asesinada durante el operativo policial y militar en El Junquito contra Óscar Pérez y su grupo, vivieron momentos de incertidumbre, la tarde noche de este sábado, por la entrega del cádaver a su allegada debido a que desconocen el lugar al que serán trasladados sus restos mortales.
Se conoció que los allegados de Ramírez, quienes esperaban su cuerpo sin vida en el Cementerio Jardín Metropolitano de San Cristobal para poder proceder a su sepultura, se trasladarían hasta un cementerio ubicado en la parroquia Táriba del municipio Cárdenas, en Táchira, donde presuntamente se encuentra un contingente militar con la fallecida.
“Ahora nos están diciendo que se la van a llevar a otra parte, ¿cómo se van a burlar del dolor de nosotros? Sin nosotros no la pueden enterrar”, dijo Leidy Ramírez, hermana de Lisbeth, ante las cámaras de Caraota Digital.
Ramírez se dirigió el pasado jueves a la morgue de Bello Monte (Caracas) para reclamar el cuerpo, que permaneció en dicho lugar hasta la tarde de este sábado, ante la negativa por parte de las autoridades gubernamentales, en los últimos días, de permitir el respectivo reconocimiento.
“Yo quiero venir a limpiar el nombre de mi hermana, porque mi hermana no era una terrorista (…) mi hermanita se graduó de enfermera en un instituto en Táchira. Estudiaba cuarto año de odontología. Ella se cansó de la situación (del país), no tenía (dinero) ni para comer una arepita“, comentó a los medios.
De acuerdo a versiones preliminares, la joven de 30 años de edad se encontraba embarazada y era novia de Jairo Lugo, uno de los hombres de Pérez y también fallecido durante el procedimiento.
Con información de Efecto Cocuyo
